En el huerto hemos sembrado algunas variedades de judías, algunas enanas, es decir, que no trepan hacia arriba pudiendo alcanzar los 40 cm de altura, y otras de enrame, que son las que se suelen poner cañas para ayudarlas a trepar pudiendo alcanzar los 3 metros de altura, aunque, lógicamente, las cañas que colocaremos no sobrepasarán los 2 metros de altura para poder cosechar las habichuelas.
Las de enrame o porte alto tienen un ciclo de vida más largo y por lo tanto suelen ser más productivas que las enanas o de porte bajo.
Las plantas de judías ofrecen sus mejores resultados en climas cálidos, es por eso que se siembran cuando se acerca el verano y se cosechan durante el mismo y hasta que se alargue la calor.
Judías en el huerto.
Habichuelas, frijoles, alubias.
Una de las variedades elegidas son las judías de Buenos Aires.
Como podéis ver la vaina está cubierta por unas tiznas coloradas que curiosamente desaparecen cuando son cocidas.
Esta es una variedad de enrame muy carnosa y rica al paladar. Es una lástima que pierda ese color tan característico una vez cocidas en agua.
Es bastante tierna, aguanta mucho una vez recolectada y la planta suele ofrecer una buena producción si las condiciones no son malas.
Las judías las hemos sembrado a golpes de entre 2 o 3 semillas por agujero y luego las hemos cubierto con tierra, unos pocos centímetros, que apenas queden cubiertas no demasiado profundas.
Si todo va bien dentro de alrededor 60 días empezaremos a cosechar las judías.
El siguiente vídeo fue grabado hace algunas temporadas y nos muestra cómo sembramos y cosechamos algunas de nuestras plantas de judías del huerto casero.
Por último os comparto una imagen donde podemos ver rabanitos (que no han ido demasiado bien), unos ajos (enmedio) y las zanahorias que no acaban de salir adelante.
Rabanitos, zanahorias y ajos.
Fuente: este post proviene de Blog de FranHuerto, donde puedes consultar el contenido original.
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