Nunca una planta me había parecido tan versátil y exquisita… y al mismo tiempo tan sub-valorada. Tengo que admitir que la primera vez que la probé fue en una ensalada de pera y langosta aquí en Halifax y desde ahí quedé prendada.
De un sabor intenso, casi almendrado, se la lleva bien con aderezos dulces o ‘de sal’, hace buena pareja tanto con las frutas en las ensaladas como con un buen bistec al vino tinto, pollo al curry o un buen filete de salmón al horno con limón… [suspiro] mejor no sigo porque ya me dió hambre!
Además de su delicioso sabor, es la planta perfecta para todo aquel que quiera darse la oportunidad de probar la jardinería por primera vez ya que es tan fácil de cultivar como decir ‘Listo Calixto!’.
Siembra
La rúgula es una planta de clima frío y prefiere un clima promedio no mayor a los 15°C. Incluso la he visto asomarse en mi huerta bien entrado el otoño, mucho después de las primeras heladas, por lo tanto mi consejo si vives en tierra caliente es que ni lo intentes a menos que la tengas en la casa con aire acondicionado. Las altas temperaturas harán que las plantas desarrollen directamente semillas sin producir hojas, que es en realidad lo que buscamos en ellas. Como yo vivo en la Zona Templada del Norte en donde se dan las estaciones, las planto a mediados de la primavera, cuando la nieve se ha retirado de mi huerta, más o menos en la segunda semana de abril, con la protección de un tunel de invernadero plástico para no dejarlas del todo a la intemperie… sí yo sé! ellas son resistentes al frío pero igual me da pesar! soy una mamá muy considerada!
Es mejor sembrar la rúgula, al igual que la espinaca, directamente en el lugar en donde va a crecer y desarrollarse ya sea en una maceta o en la huerta. Las veces que he intentado germinarla y luego transplantarla no he tenido resultados muy buenos.
Planta la semilla en un lugar soleado y un suelo rico en materia orgánica, especialmente con un buen nivel de nitrógeno.
Dependiendo de qué tan aficionad@ seas, puedes plantar una hilera de 5 o 6 semillas y dejando por lo menos 1 o 2 centímetros entre cada una y a un centímetro de profundidad.
Cubre las semillas Riega el sitio hasta que consigas un buen nivel de humedad (recuerda el mantra: húmedo, no encharcado)
Las semillas germinarán en un par de días, máximo una semana.
Siembra Sucesiva
Para tener una provisión continua de rúgula, siembra una nueva hilera cada dos semanas hasta el final de la primavera. En mi caso, yo siembro un par más durante las primeras semanas de verano para obtener semillas.
Algunas de mis plantas ‘semilleras’ logran esparcir ellas solitas sus prodigiosas semillas y cuando menos pienso veo nuevas plantas emergiendo a principios del otoño, lo que me ahorra el trabajo de re-sembrar. De todas formas yo agrego unas cuantas semillas más cada dos semanas hasta finales de septiembre para obtener una última cosecha en noviembre.
Crecimiento
No se necesita consentir las plantas demasiado, basta con echarles un ojo diariamente para evitar el ataque de los bichos a quienes les encantan las hojas tanto como a nosotros, especialmente las babosas y las orugas.
Para mantener las babosas a raya, esparce generosamente cáscara de huevo en polvo alrededor de la base de las plantas. En el caso de las orugas, simplemente se quitan con la mano y se trasladan lejos del lugar.
Si el lugar en donde se plantó es rico en hummus fértil o materia orgánica no es necesario fertilizar.
Cosecha
La planta de rúgula alcanza su madurez en un promedio de 30 a 45 días, pero nada nos impide que durante este tiempo cortemos algunas hojitas para hacer la ensalada!.