Durante los meses más fríos su apariencia se afea y pierde su brillo verde. Se van volviendo más marrones y amarillentos, sobre todo por las mañanas en las que amanece helado en la superficie. Yo le administro dos fertilizaciones al año para proveerle de los nutrientes necesarios, pero esto puede variar según la variedad que tengáis.
Uno de los mayores peligros es la aparición de hongos, y para evitar que aparezcan es mejor realizar un corte un poco más alto y no hacerlo inmediatamente después del rocío, pues la humedad y la acumulación de restos es un caldo de cultivo de hongos. Por eso conviene cortarlo cuando ya esté seco.
Si tenemos un césped que ha crecido de forma natural, el trabajo más frecuente que tengamos que hacer será librarlo de las malas hierbas. En invierno pierde más color, pero en primavera lo recupera con facilidad si realizamos varios cortes según va creciendo.
En cuanto al riego, casi no hace falta regarlo ya que con la humedad de por las mañanas y las precipitaciones es suficiente. Sólo si no lloviese y tuviéramos un clima más seco (aunque frío), deberíamos regarlo al menos una vez por semana. En cualquier caso, si regáis el césped, no lo hagáis a última hora de la tarde, porque con las pocas horas de sol que queden no se va a secar y propiciará que se hiele durante la noche.
¿Qué hacéis para cuidar el césped en invierno?
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