Yo siempre he sido bastante escéptica a este respecto, sin embargo, es cierto que existen algunas investigaciones que sostienen que no sólo es verdad sino que es una afirmación absolutamente irrefutable.
Más concretamente, la Universidad de California publicó hace unos años el estudio que proclamaba que los estomas (pequeños orificios o poros que atraviesan la epidermis de las plantas) respondían ante la exposición a altas frecuencias.
Os preguntaréis: ¿de qué forma?, pues bien, se supone que dichos estomas se abren al percibir música aumentando el tamaño de la especie.
También influiría en la germinación, que será mayor y más rápida.
Estas dos consecuencias están íntimamente relacionadas, pues se ha demostrado que los fertilizantes son más eficaces cuando los estomas se encuentran abiertos.
El estudio remarca que, si bien la música puede ser muy beneficiosa, el exceso de volumen de la misma podría tener resultados totalmente opuestos y negativos.
Por último y para completar nuestro conocimiento, ¿os pensabáis que cualquier estilo valía?, rap, pop, rock, electro..., ¡pues no! Las plantas además de preciosas son bien exquisitas y prefieren la música clásica y sus tonos puros que cualquier sonido más 'movidito'.
En fin, no sé si os habrán convencido estas teorías. A mí me ha picado la curiosidad, igual en un rato me pongo a escuchar algo de Mozart, eso sí, bajito bajito ;).
- Si preferís utilizar otros métodos más ortodoxos os propongo una opción para estimular el crecimiento de las plantas.
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