Manual para el cultivo de Agaves en el jardín

Características generales de los Agaves, género Agave
Los agaves son un grupo de plantas suculentas muy comunes en ambientes desérticos de todo el mundo; son nativos del continente Americano. En la actualidad se conocen más de 500 especies y muchas de ellas son utilizadas en la industria (Agave tequilana se utiliza en la elaboración del famoso Tequila) o como plantas ornamentales. Las características fundamentales de estas plantas son: Poseen hojas generalmente alargadas y dispuestas en rosetas, las hojas contienen una espina terminal y el margen dentado o no, hojas algo carnosas (son bastante delgadas en comparación con otras plantas suculentas e inflorescencias racimosas (umbelas) que surgen del centro de la planta y pueden alcanzar más de 5 metros de altura en dependencia de la especie.

En este post queremos compartir los requerimientos básicos de cultivo que necesitan este tipo de plantas para su óptimo desarrollo.

Cómo cuidar tus agaves en el jardín, género Agave

Iluminación: Necesitan lugares con iluminación intensa. Todas las especies toleran el pleno sol sin problemas (esta es la fuente de iluminación más recomendada para estas plantas). Si cultivas agaves en lugares umbríos, crecerán con lentitud y puede llegar a morir (la muerte ocurre en lugares demasiado oscuros).

El agave llamado Agave victoriae-reginae



Temperatura: Necesitan ambientes calurosos donde las temperaturas se mantengan por encima de los 20°C. El rango de temperaturas óptimo para estas plantas está entre los 20-35°C. Temperaturas inferiores a los 5°C son mortales porque se pudren las hojas y las raíces.

Sustrato: Son bastante tolerables a cualquier tipo de sustrato pero prefieren una mezcla de tierra con rocas y algo de arena. Muchas especies viven sin problemas en tierras pobres en materia orgánica. Aunque sean muy tolerables, la tierra debe tener un buen drenaje del agua porque el estancamiento los pudre con rapidez.

Frecuencia de riego: Regar solo cuando la tierra se esté secando; generalmente se riega 1 vez por semana o cada 15 días. Algunas especies toleran largos períodos de sequía pero otras, necesitan que se mantenga el sustrato húmedo (no encharcado). En invierno debemos reducir la frecuencia de riego a una vez cada 15 días o una vez mensual. Evitar la acumulación de agua en la base de las hojas.

Especie ornamental de Agave, Agave attenuata



Abono: Estas plantas realmente no necesitan abono en lo absoluto. De todas formas se puede utilizar algún abono industrial para cactus y suculentas. El abono debe aplicarse cada 15 días al terminar el invierno y se debe parar a finales del verano.

Estética: Para mejorar la vista de nuestro agave, se recomienda eliminar, con ayuda de un objeto filoso y desinfectado, las hojas basales que se encuentran secas o en proceso de secado.

Plagas y enfermedades: Estas plantas pueden ser atacadas por cochinillas que se ubican en la cara inferior de las hojas (envés). Si la infección es mínima se pueden retirar con los dedos con mucha facilidad. Cuando la infección es numerosa, se deben utilizar productos anticochinillas que podemos conseguir en cualquier punto de venta. Los pulgones pueden atacar también a los agaves; estos insectos pueden transmitir virus a nuestra planta siendo necesaria su eliminación inmediata con insecticidas. Si observamos las hojas amarillentas y flácidas, puede deberse a falta o exceso de riego.

Agave sp creciendo de forma silvestre



Multiplicación: Estas plantas pueden multiplicarse con facilidad por separación de plantas hijas que aparecen en la base de la roseta de hojas. Estas plantas hijas deben ser retiradas con ayuda de una tijera desinfectada y sembradas en un sustrato arenoso. Las plantas hijas deben ser sembradas a pleno sol.

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