Quita hierbas, maleza y restos de cultivo, después labra la tierra para airearla y descompactarla removiéndola bien y a una profundidad mínima de 40 cm. Aprovecha para aportar los nutrientes que las plantas necesitarán mediante compost o estiércol también puedes añadir yeso y sulfato de hierro.
Planifica el huerto teniendo en cuenta la rotación de cultivos.
Si todavía no has podado la parra y los frutales no esperes más, en cuanto suban un poco las temperaturas y con el aumento de las horas de sol, los árboles que durante el invierno están en parada biológica empezarán a movilizar la savia y ya no podrás hacerlo.
A finales de mes, ya puedes sembrar las patatas, también puedes plantar frambuesas, rábanos, zanahorias y algunas variedades de lechuga.
Es el momento de poner en marcha los semilleros que nos proveerán de plántulas en primavera, elige las semillas de tus variedades preferidas de tomates, pimientos, berenjenas… y haz semilleros, puedes hacerlo de forma escalonada cada dos semanas para que después tengas frutos durante toda la temporada. Si tienes invernadero, ventila en los días de sol y si tienes los semilleros al aire libre ponlos a cubierto durante la noche para protegerlos de heladas que aún se pueden producir.
Buena cosecha. Deja tu comentario.