Si fuéramos uno de los protagonistas de la mítica serie de televisión de los años 60, "Tierra de gigantes", y en una de nuestras andanzas por campos o jardines nos encontráramos con una de éstas, seguro que nos sentiríamos como Sigourney Weaver en la claustrofóbica película que dirigió el bueno de Ridley Scott y que inauguró la saga, "Alien, el octavo pasajero".
Y no es para menos. Estos maravillosos animales se camuflan a la perfección entre las plantas, como el alien en la cápsula en la que escapa la suboficial Ripley (Sigourney Weaver), acechando con sus garras a los incautos insectos que se pongan a su alcance.
Ésta de las fotos es una MANTIS RELIGIOSA, mantis devota o insecto de Santa Teresa. Todas las denominaciones hacen referencia a la posición oratoria que adoptan en reposo o al acecho, como si estuvieran rezando. Los que tienen que rezar, si les da tiempo, son sus víctimas, pues su ataque se realiza a la velocidad de un relámpago.
Llegan a alcanzar un tamaño de entre 6 a 8 centímetros. Son llamativas y diferenciadoras sus patas delanteras dobladas de forma peculiar. Están armadas de temibles púas, constituyendo un verdadero cepo del que sus víctimas difícilmente pueden escapar.
También llama la atención su largo cuello y la facilidad con que giran la cabeza y te miran. Si fueran más grandes, su mirada te helaría el alma.
Normalmente son de color verde, pero también las hay pardas. Se camuflan muy bien no sólo por su color, sino también por su forma y por la postura que adoptan. Incluso se balancean rítmicamente imitando una ramita mecida por el viento. En la zona mediterránea estamos de suerte con su presencia. No así en Centroeuropa, donde está muy amenazada.
La hembra es mucho mayor que el macho, el cual, algunas veces, se convierte en una fuente de proteínas para su cónyuge, al ser devorado por ella, incluso durante la cópula, si no anda listo. Al final del verano, la hembra pone aproximadamente un centenar de huevos, envueltos en una especie de espuma que solidificará enseguida en contacto con el aire formando una cápsula protectora (ooteca) para los huevos, que invernarán así y eclosionarán en primavera.
Además de la Mantis Religiosa, en El Terrao aparece también la mantis EMPUSA PENNATA, más delgada y alargada que aquélla. Tiene los ojos más ovalados y la cabeza más alargada y como con un casquete occipital. Se mimetiza a la perfección entre las ramillas.
Tanto una como otra son depredadoras eficientes desde la salida del huevo. Se alimentan de pequeños insectos y otros invertebrados así que contribuyen eficazmente al equilibrio de los ecosistemas. Su mimetismo y camuflaje es tan perfecto cuando están al acecho que, a veces, sus presas se encaraman sobre ellas confundiéndolas con un soporte vegetal, y no se dan cuenta hasta que reciben el abrazo mortal y el primer mordisco, pues son devoradas al instante.
Seguramente fue en esta Empusa Pennata en la que se inspiró Ridley Scott para su película, ¿no os parece?
( Todas las fotografías son originales de RAFAEL RODRÍGUEZ ).