Proceso del Semilleros de plantas
Todo el proceso de semilleros de plantas comienza con el aporte de cajas vacías paletizadas, semillas y sustratos. Estas cajas son paletizadas y luego cumplen la función de alimentar el tren de siembra, mientras que los sustratos son combinados y humedecidos de forma adecuada, para posteriormente pasar por acción mecánica a una tolva dosificadora. Una vez que la caja pasa, esta tova deposita una determinada cantidad de sustrato, el cual a su vez es punzanado, con lo cual se crea un orificio en el que se introducirá la semilla.
Después pasa a recibir la semilla, la cual es depositada utilizando algún sistema, para posteriormente ser mojada. En este punto recibe un sustrato inerte que la cubre, para una vez más volver a ser mojada y luego paletizada y finalmente ser llevada a la cámara. Ahora bien, el mecanismo por el cual funciona la mezcladora de sustratos es sencillo. Cuando se agregan los sustratos en la fórmula establecida, estos son movidos utilizando unas aspas en una tolva a la que se le agrega agua.
Aquí es importante asegurarse de que estos sistemas permitan regular la cantidad de sustrato que se aporta por cada bandeja, así como la humedad del sustrato. Por otra parte, el sistema de dosificador de sustrato es el sistema que determina cuánto sustrato tiene que contener una bandeja. Por lo tanto, en este sistema es indispensable que se busque regular la cantidad que cae a la bandeja, utilizando para ello dosificadores volumétricos, además que también es necesario regular la presión con la que cae el sustrato.
En el caso de la limpiadora de bandejas, este es el sistema por el cual se eliminan todos los restos del sustrato que quedan adheridos a las cajas. En este caso es un sistema que se realiza a través de barredores, así como mediante el uso de aire comprimido.
Es importante entender que la reproducción por semillas es diferente a la que se lleva a cabo por esqueje, estolones, acodo o división. En este tipo de métodos lo que se consigue es una planta idéntica a la planta madre. Por el contrario, cuando se trata de semillas, se pueden obtener cambios y variaciones genéticas ya que se trata de una reproducción de tipo sexual.
Para poder conseguir semillas de la mejor calidad, lo mejor es recolectarlas cuando tengan un grado de maduración óptimo y de preferencia que provengan de las mejores plantas. También es fundamental que sean semillas que estén perfectamente adaptadas al microclima de la zona y que procedan de un cultivo ecológico, de tal manera que se pueda respetar su secuencia de crecimiento. También hay que recordar que se deben guardar en lugares frescos y secos, adema de que deben usarse de la menor antigüedad posible.
Cuando se trate de semillas pequeñas, incluyendo acelgas, coles, lechugas, zanahorias, puerros, cebollas, etc., lo ideal es que se escojan plantas más saludables y que hayan crecido con más vigor. Hay que dejarlas crecer, florecer y madurar, asegurándonos de brindarles protección de los pájaros utilizando redes.
Si nos encontramos en una zona de mucho viento, es recomendable embolsar las semillas en la misma planta para evitar que se pierdan.
Si se trata de semillas de frutos jugosos, hay que tener en cuenta que para facilitar la extracción de semillas en tomates, berenjenas, calabacines, pepinos, etc., es necesario que se dejen madurar en la planta, para posteriormente colocar al sol hasta que casi se descompongan. A continuación, se deben restregar sobre un trozo de arpillera, hasta que queden adheridas a ellas, tanto la pulpa como la semilla. Finalmente se deben secar al sol por un par de días y luego guardarlas.
Por otra parte, debes saber que se puede sembrar directamente en la tierra o hacer semilleros de plantas a cubierto. Los planteles, particularmente cuando se trata de plantas lentas, acortan la cantidad de tierra que se ocupa, permitiendo con ello cultivos más tempranos, además de que se les brinda a las plantas un beneficio iniciar sobre las adventicias.
Por lo que respecta a las semillas que suelen sembrarse en semilleros o bandejas, estas incluyen la berenjena, el apio, la lechuga, la calabaza, la coliflor, la col, además del tomate, el puerro y el pimiento.
En el caso de las semillas que se acostumbra sembrar directamente en la tierra, tenemos la espinaca, la judía, el ajo, el rábano, la remolacha, el maíz, entre otros.
El proceso para la creación de semilleros de plantas incluye el sustrato, la siembra, la humedad, el trasplante, las semillas pequeñas y la manta recicladora de agua.
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