La mejor ubicación se encuentra a pleno sol, aún en verano, ya que disfruta de una gran resistencia ante el calor y a las exposiciones muy soleadas.
Esta variedad de Euphorbia tiene los tallos formando pequeñas columnas con fuertes y largas espinas, con un color blanquecino muy característico que la hace realmente peculiar.
Las exposiciones permanentes bajo el sol hacen que se torne con cierta tonalidad rosácea.
Cuando comienzan a aparecer las temperaturas frías debido al cambio estacional se detiene su crecimiento, pero lo retoma una vez se acerca la estación primaveral.
En invierno necesita ubicaciones resguardadas del frío intenso y sobretodo de las lluvias persistentes que pueden llegar a pudrir las raíces y tallos.
La floración aparece en primavera. Las flores son sumamente pequeñas, de color blanquecino, surgen solitarias de las areolas que jalonan las costillas.
Para su propagación se emplea esquejes de tallo. Hay que dejar que el corte del tallo esquejado se seque durante unos días y llegue a formar callo antes de plantarlo en un sustrato arenoso.