Les seré sincero, no me gusta comprar abono; No les tengo mucha confianza que digamos, por ello decidí crear mis propias técnicas de abono y que estas sean un poco más orgánicas.
Una de esas “técnicas naturales de abono” son las cáscaras de huevo.
La cáscara de huevo contiene alrededor de un 90% de carbonato de calcio, un 1 % de nitrógeno, junto con otros nutrientes. El Calcio es un nutriente muy necesario para el buen desarrollo de las plantas; éste ayuda a la formación de los órganos y tejidos de las mismas.
Hay dos maneras muy útiles para suministrarle estos nutrientes a nuestras plantas.
1.- La primera es triturándola. Lo que debes hacer es tomar la cáscara del huevo, lavarla y luego dejarla secar, puede ser al aire libre o con la luz solar. Luego mételas en una bolsita y tritúralas hasta que se haga un polvo fino. Solo queda esparcirlo alrededor de la tierra.
Esto no solo le proveerá nutrientes a la planta, también son un repelente natural contra plagas como caracoles y gusanos.
2.- ¡Macetas! Este es mi favorito.
Soy amante de las plantas “bebes” y estas mini macetas quedan perfectas en mi jardín. Para esto debes abrir con mucho cuidado las cáscaras por arriba y vaciar el interior; lávalas y déjalas escurrir un poco, luego llena la cáscara con tierra y algunas gotas de agua, coloca algunas semillas (o en mi caso algunas crías de mis suculentas) y listo, ya tienes pequeñas macetas que podrás decorar como mejor quieras.
Cuando tu planta haya crecido lo suficiente para transferirlas al jardín, solo debes plantarlo con cáscara y todo, puesto que ellas se romperán fácilmente al salir las raíces, suministrándole aún más nutrientes a la planta joven.
Les dejare algunas imágenes de mis macetas con cáscaras de huevo.
Fotografía: Saperes.blogspot.com