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Algunos factores a tener en cuenta para comprar una mochila para setas
Uno de los aspectos más importantes a la hora de comprar una mochila o cuévano para setas es la comodidad. Es importante que incorpore algún sistema anatómico en la espalda y también en las cintas. Te proporcionará comodidad de transporte. Para mochilas grandes es imprescindible. Además evitan la sensación de espalda mojada. Las mochilas deben disminuir el contacto de la tela con la espalda.
La función principal de una mochila para buscar setas es la de poder utilizarla a modo de cesta. Por ello, todos los modelos que se utilicen para recolectar boletus, niscalos y otras setas deberán llevar la base realizada con tejido de rejilla. Permitirá una perfecta aireación y una perfecta dispersión de las esporas.
Pero además debe ser rígida para proteger las setas. Para conseguirlo existen 2 sistemas: estructura interna y cesta
La estructura interna, bien sea de plástico o metálica, como hemos comentado hace la función de las paredes de la cesta. así podremos guardar las setas que recolectemos de la misma manera que lo hacemos con la cesta. La ventaja de las estructuras de las mochilas respecto a las mochilas con cesto es el peso. Son más ligeras. Las estructuras suelen ser desmontables, por lo que podremos utilizar también estas mochilas para otras actividades.
La mayoría de los modelos de mochila para buscar setas llevan en su interior una cesta o cuévano. Bien sea de mimbre o de castaño, tiene la peculiaridad de que no tiene asa y encaja perfectamente en la mochila.
Es importante que la mochila cuente con cintas de fijación exteriores. Su principal misión es estabilizar la mochila mientras nos desplazamos, evitando dañar las setas.
Dependiendo del tamaño de la mochila será necesario contar con una correa pectoral de ajuste: Esencial para aportar estabilidad durante el transporte y liberar un poco de peso en los hombros.
Es importante que cuente con bolsillos exteriores. Estos deberán ser de tamaño suficiente para albergar lo que vayamos a necesitar, incluida una botella de agua de 1l. Deben ser además sencillos de utilizar
Cómo debemos utilizar una mochila micológica
Antes de empezar debemos fijarnos la mochila al cuerpo ajustando las cintas del pecho y cintura. Evitaremos que se incline hacia los lados
La llevaremos así fijada hasta que lleguemos a la zona de recolección y empecemos a ver ejemplares. Para introducir ejemplares sueltos es conveniente quitarse la mochila y volverla a poner de nuevo.
Pero cuando el ritmo de setas aumenta, recomendamos quitar la mochila y sujetarla por el asa interior que incorpora. Así, utilizandola como una cesta de mano, será más sencillo desplazarnos e introducir en la mochila para setas los ejemplares que hemos recolectado.
Una vez decidamos dar por acabada la jornada o desplazarnos a otra zona, volveremos a fijarnos la mochila como al principio. Bien sujeta y centrada para evitar desplazamientos. Así evitaremos dañar las setas.
¿Todavía tienes dudas? No esperes más y decídete a comprar la tuya!