Las suculentas o crasas, se han hecho virales en poco tiempo, pero no es de extrañar. ¡Son las plantas más agradecidas! No necesitan apenas cuidados, así que son geniales para los aficionados a la jardinería que tienen más flores que atender, o para los más olvidadizos que descuidan las que ya tienen (aunque sea sin querer).
Estas resistentes plantas crecen casi en cualquier sitio, interior o exterior, no importa. Lo primero que debes saber, es que las suculentas tienen un cuidado distinto. Están directamente emparentadas con el cactus, eso ya te dará una pista. Casi no necesitan agua, absorben la humedad del ambiente y la retienen en sus tallos. En invierno sólo requieren un riego cada 15 días, y en verano, uno a la semana. Eso sí, nada de encharcar su plato, el exceso de agua no les va nada bien.
Además, necesitan mucha luz aunque no directa, puesto que tienen que guardar sus reservas de agua. Si tu suculenta se enrojece significará que se está quemando, y tendrás que buscarle un sitio menos soleado. Si, al contrario, se palidece, será señal de falta de sol. La suculenta es una planta tan rústica que crece casi sobre cualquier superficie: roca, corteza de árbol... Aún así, no debes olvidarte de ponerle algún sustrato para cactus para mimarla un poco. Y esto no es todo... ¡Además hay variedades con flores! ¿Qué más se le puede pedir a una planta?
Échale un ojo a las siguientes decoraciones con suculentas con las que quedarás encantad@. Si quieres darle un toque de color a tu casa, esta es tu oportunidad.
1. Como mesa-terrario
2. O solo terrario
3. Haciendo formas decorativas
4. En una caja de fruta decorada con decoupage
5. En botes de cristal (siempre con ventilación, ¡no vayas ahogar a tu suculenta!)
6. En tazas o vasos que ya no utilices
7. Simulando un 'atrapasueños'
8. A lo minimalista: en tapones de corcho
9. A lo rústico: en un lavabo
10. En un jardín vertical
11. Con palets
12. Como parte de la decoración de un marco
13. En una jaula
14. Como planta colgante
15. En troncos de madera
16. En muebles de casa que ya no utilices
17. En la fuente del jardín que no funciona
18. En una rueda antigua
19. En un cofre
20. ¡Hasta en los zapatos que ya no usas!
Si todavía no te has enamorado de las suculentas... definitivamente no te gustan las plantas. ¡Son ideales!