Cortad un tercio un cuarto de la parte superior del geranio y, de lo que no hayáis cortado, suprimid las hojas que estén mustias, secas o amarillas. tras esto, sacad el cepellón de la maceta y aseguraos de limpiar bien a fondo todas las raíces de la planta antes del siguiente paso.
Cuando ya no haya tierra en las raíces, introducidlas en una solución fungicida durante dos o tres días. Introducid también parte del tallo. Después de esto, separad y repartid los geranios en manojos y ponedlos en una caja de madera. En ella deberéis echar turba hasta que queden bien tapados e instaladlos en un lugar que sea seco pero fresco hasta que vayáis a trasplantarlos.
¿Cómo tenéis a vuestros geranios ahora?
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