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+ 14 años
Había una vez una joven llamada Tany, una chica amable y cariñosa que siempre tenía una sonrisa en su rostro. Sin embargo, detrás de esa sonrisa, Tany guardaba un profundo dolor que nadie más parecía notar. Sentía que su vida estaba llena de oscuridad y que cada día se volvía más difícil de sobrellevar.
Un día, en la víspera de Halloween, Tany se encontró especialmente abrumada por sus emociones. El peso de sus problemas la aplastaba y la idea de terminar con todo empezó a cruzar por su mente. Sintió que nadie la entendería, que su sufrimiento nunca cesaría y que la única salida era escapar de todo.
Esa noche, mientras todos se preparaban para la fiesta de Halloween, Tany tomó una decisión trágica. Sintió que ya no podía soportar el dolor y la desesperación que la acosaban. Cerró los ojos, dejó que la oscuridad la envolviera y cruzó el umbral hacia lo desconocido.
Tany se encontró en un lugar extraño y etéreo. Miró a su alrededor y vio que no estaba sola. Había otras figuras, almas como la suya, que también habían tomado la misma decisión. Pero en lugar de encontrar alivio en este lugar, Tany sintió una profunda tristeza y pesar.
Cada alma compartía su historia, los momentos y las personas que habían dejado atrás. Uno a uno, contaron cómo su decisión había afectado a sus seres queridos. Vieron el dolor en los ojos de sus familias y amigos, y sintieron la tristeza que dejaron en sus corazones. Las lágrimas de aquellos que los amaban eran un reflejo del amor y la pérdida que causaron al irse.
Tany vio a su familia destrozada por su partida. Sus padres lloraban, su hermano se sentía culpable por no haber notado su sufrimiento y sus amigos se sentían impotentes por no haber intervenido a tiempo. Se dio cuenta de que su decisión no solo la había afectado a ella, sino que había dejado un profundo vacío en la vida de aquellos que la amaban.
A medida que las almas compartían sus historias, Tany sintió una oleada de arrepentimiento y dolor. Se dio cuenta de que no quería ser una causa de sufrimiento para sus seres queridos. Quería estar allí para ellos, apoyarlos y ser parte de sus vidas. Comprendió que su decisión impulsiva la había privado de la oportunidad de cambiar su camino y encontrar la felicidad.
De repente, Tany sintió como si estuviera flotando. Las imágenes y las voces se desvanecieron, y se encontró en su habitación. Abrió los ojos y se dio cuenta de que todo había sido un sueño, una experiencia que la había sacudido hasta lo más profundo de su ser. Se levantó de la cama, con el corazón latiendo rápido, y miró alrededor. Vio sus pertenencias, sus fotos y recuerdos, y se dio cuenta de cuánto significaba para ella.
La lección del sueño había calado en su corazón. Tany entendió que, aunque la vida podía ser difícil, también estaba llena de momentos de alegría, amor y posibilidades. Decidió buscar ayuda y hablar con alguien sobre sus sentimientos. Habló con sus padres, compartió sus preocupaciones con sus amigos y buscó apoyo profesional para enfrentar sus problemas.
Con el tiempo, Tany aprendió a manejar sus emociones y a buscar ayuda cuando la necesitaba. Descubrió pasatiempos que la apasionaban y se rodeó de personas que la apoyaban incondicionalmente. Aprendió que su vida tenía un propósito y que podía encontrar formas de superar los momentos difíciles.
Aunque la tristeza seguía siendo parte de su vida en ocasiones, Tany sabía que siempre había alguien dispuesto a escucharla y ayudarla a enfrentar los desafíos. Había aprendido que el amor y el apoyo de sus seres queridos eran invaluables, y que cada día que vivía era una oportunidad para crear recuerdos y disfrutar de las cosas hermosas que la vida tenía para ofrecer. Tany nunca olvidó el sueño que tuvo aquella noche de Halloween. La experiencia la había transformado y la había hecho apreciar la vida de una manera nueva. A medida que los años pasaron, Tany se convirtió en una voz de esperanza y apoyo para quienes enfrentaban momentos difíciles. Compartió su historia y recordó a todos que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay una razón para seguir adelante y abrazar la vida con valentía y amor.
Para recibir apoyo emocional u orientación, las personas estresadas, tristes o con alteraciones emocionales pueden llamar a la Línea de la Vida al 800 911 2000 o visitar el sitio web dando clic en el siguiente botón:
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Línea de la Vida – Gobierno Mexicano