Se trata de un árbol, robusto y de gran porte, que pertenece a la familia de las magnoliáceas y procede del este de Norteamérica.
Sus hojas son de una formas muy peculiar y generalmente de colores amarillentos.
Pertenece al género de las caducas y experimenta un crecimiento verdaderamente rápido.
Un buen lugar para plantar un tulípero es en parques y amplios jardines, ya que, su altura máxima oscila en torno a los 40 metros.
(Imagen/ Flickr: stanzebla)
Su forma recuerda a un tulipán, cuya floración tiene lugar durante la estación primaveral, adquiriendo un color amarillo verdoso con bordes en tonos anaranjados y aromáticos.
Necesitan mucha iluminación, por lo que soportan los rayos de luz directos del sol y toleran mejor el frío que el calor excesivo.
El terreno adecuado para cultivar un tulípero requiere de un suelo profundo, rico en nutrientes y bien drenado.
(Imagen/ Flickr: kiwinz)
El riego debe ser abundante y habitual, sobre todo en verano, ya que debido a la falta de humedad las hojas pueden deteriorarse.
Algunas de las plagas que atacan al tulípero son: cochinillas, pulgones y áfidos.
Una curiosidad importante de esta especie es que se trata de una de las mayores plantas para abejas melíferas, que propociona una miel con sabor fuerte y color rojo oscuro.
Su madera es de buena calidad, fácil de manejar y duradera, para ser utilizada en carpintería, mueblería, construcción e instrumentos musicales.
¡Qué árbol tan original para nuestro jardín! ¿Se animarían a cultivar uno?
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