Incendios de luz.

    Se levanto la aurora palida de frio hasta que el sol toco al dia con su caricia dorada. Despues, fue pasando sus dedos luminosos por la cabellera de los eucaliptus. Se demoro en la transparencia de las hojas transformandolas en figuras de miel. Ya quedaron al descubierto las semillas de algunos arboles como caireles o flecos fantasticos agitados por el viento. Se oxidan los liquidambar y los robles calidos como un fuego feliz. Levantan los alelies sus ramilletes perfumados. Hay una majestuosa belleza en estas calles custodiadas por antorchas maravillosas bañadas en la luz del mediodia. Se pasea el viento susurrando en los rincones sus canciones sencillas. Lirios, iris y fresias se preparan lentamente. Dulzuras del otoño.