Hoy he recordado los olmos de mi infancia. Mi madre los hizo plantar en el parque junto al rio, alla en Cordoba, donde los cerros se cubren de arbustos espinosos e hierbas aromaticas. El rio los acunaba con reflejos de sol durante el dia y con murmullos de luna y grillos en las noches del verano. Lentamente se fueron enfermando y sus hojas se volvieron encajes fantasticos. Pasaron años ya.¿ Se erguiran aun los olmos en aquel parque con sus cortezas grises y sus copas generosas? En mi recuerdo siguen siendo plumajes maravillosos ondulando en el aire de los atardeceres.