Esta planta de origen asiático nos vuelve locar hasta el punto de que este año estoy intentando tener mis propias flores plantando los bulbos que compré en Leroy Merlin. Al principio no creía ni que iba a brotar ya que desde que lo compré hasta que me decidí plantarlo pasó bastante tiempo y no sabía si ya se habían secado. Hasta que después de revisar todos los días un día vi como se asomaba una puntita verde entre la tierra. ¡ Estaba vivo! A partir de ese momento mis cuidados y mimos a la planta han sido constantes y ahora mide unos 25 centímetros aunque de la flor ni rastro... Espero que sea cuestión de pocas semanas que ya desespero por ver un capullito asomándose.
Y ahora, vamos con lo mejor, las fotos.
¡Mientras seleccionaba las imágenes que te acabo de enseñar no he podido parar de suspirar de lo bonitas que son! Mientras no encuentre una floristería cercana donde poder comprarlas, me dedicaré a regar mi plantita hasta que se decida a florecer.
¡Feliz domingo!
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