El Grosellero negro es un arbusto frondoso y oloroso cuyo origen está en el norte y este de Europa. Su cultivo se ha extendido rápidamente por todas las regiones templadas del hemisferio norte. En Francia, sobre todo en Borgoña, se cultiva para recolectar sus frutos, que son unas deliciosas bayas negras con las que se elabora el célebre licor francés denominado cassis. En medicina tradicional, se frotaban las hojas sobre las picaduras de insectos para aliviar el dolor y la inflamación.
Las hojas del Grosellero negro son ricas en flavonoides (rutósido e hiperósido), en taninos del catecol y vitaminas C y P.
Gracias a sus propiedades antirreumáticas y antiinflamatorias, actúan eficazmente en caso de manifestaciones articulares dolorosas agudas o crónicas (denominadas reumáticas), concretamente en los dolores propios de la artrosis de la articulación de la rodilla.
Las hojas del Grosellero negro son igualmente diuréticas, por lo que favorecen la eliminación de los productos residuales (ácido úrico y toxinas). El conjunto de estas propiedades permite aconsejar las hojas del Grosellero negro en el tratamiento de la gota.
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Fuente: Arkocápsulas / Arkopharma
Imagen: mmmavocado - Flickr.
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