Sorpresas y susurros.

   Ya el aire del otoño susurra frios del invierno. Los colores se exaltan y el cielo es infinitamente azul. Por las noches se cubre de su frazada gris de nubes heladas. Aletean las frondas en el atardecer. Se encienden las lantanas como pequeños soles calidos. Alla arriba, en la copa de los eucaliptus descubro flores blanquecinas y arracimadas como un regalo solo al alcance de las aves. Los arboles se despiden agitando sus melenas amarillas o con colores de vinos: moscateles, borgoñas, rosados espumantes. En el pavimento gris forman estampados cambiantes en formas como un caleidoscopio de ocres. Cuelgan las hadas madroños de frutos en las ramas vacias. La aurora es una dama vestida de gasas y rosados, oros y grises. Abril se esta alejando...