Si me lees desde hace tiempo, lo sabes porque lo he contado una, dos y tres . He hablado de nuestros intentos fallidos y logros. Y aunque hemos cosechado tomates; es un logro más de Gian que mío. Yo tengo mi propio reto: lograr que dos plantas estén a mi cuidado, y que sobrevivan.
Por eso elegí un cactus y una suculenta. Por el momento no lo he logrado. Pero he aprendido en el proceso. Mi última suculenta floreció y todo, pero luego… la ahogué.
Y si piensas que una suculenta necesita muy poco para su cuidado, y es casi imposible que se muera. Estás equivocado. Muy Mucho. Así que he vuelto al ruedo, y luego de investigar y de reflexionar sobre lo que he hecho mal, he conseguido los 5 elementos básicos sobre cómo cuidar suculentas y cactus.
1. Luz: Esa imagen del cactus del desierto, entregado al sol en la zona más árida del mundo… no es del todo buena. Si bien es cierto que necesitan estar en una zona muy iluminada, no todas las especies necesitan directamente el sol del mediodía. El sol directo puede quemar a algunas de ellas.
2. Agua: Durante los meses de verano, la mayoría de las suculentas y cactus pasan por una fase de “crecimiento” en la que necesitan más agua y nutrientes. Por eso tienes que regarlas una vez a la semana, puedes agregar el agua directamente con cuidado a la tierra, o regarla de abajo hacia arriba.
En los meses más fríos, entra en una fase latente que necesita mucha menos agua. La mejor manera de saber si necesita es esperar a que la tierra esté seca. Siempre es mejor que falte agua, a pasarse (Y así fue como me cobré una nueva víctima: ahogándola)
Por cierto, las suculentas prefieren el agua templada.
3. Suelo: Si vas a replantarlas debes asegurarte que el suelo tenga algo de arena.
4. Maceta: Al igual que con todas las plantas, la base debe tener agujeros para el drenaje adecuado, y hay que evitar los platos, porque el agua estancada las ahoga.
5. Mírala mucho: Cada planta es diferente y cada lugar donde las colocamos es diferente. No es lo mismo mi ventana, que la tuya. Si las hojas se ven gorditas estás haciéndolo bien; si más bien se ve planas y algo transparentes algo está saliendo mal. Si se torna amarillenta, puede que tenga exceso de luz solar o de agua.
Esto es lo poco que he averiguado, y donde he descubierto mis errores. Si eres un Jedi de las suculentas, por favor, regálame un poco de tu sabiduría aquí: Simpletybs.
Fuente: este post proviene de Simpletybs, donde puedes consultar el contenido original.
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