7 puntos a seguir en el cuidado del ciprés

El ciprés es uno de los mayores representantes de la familia Cupressaceae. Cultivado a lo ancho y largo del mundo, está involucrado en cualquier jardín ornamental que se precie. Su crecimiento vertical y el poco ancho que ocupa hace que se use como setos para buscar privacidad o bien plantado de forma individual o en grupos pequeños.

En este artículo te contamos las principales características del ciprés común, las especies que forman parte de su género y 7 puntos interesantes a tener en cuenta si queremos cultivarlo en nuestro jardín.

Características generales del ciprés

El ciprés es considerado un árbol de lento crecimiento, de hoja perenne que no pierde ni en condiciones gélidas durante el invierno. Es una especie muy longeva, datándose de ejemplares con más de 1000 años de antigüedad.

La distribución del denominado ciprés común o ciprés del mediterráneo (Cupressus sempervirens), como su nombre bien indica, es en la vertiente mediterránea (España, Italia, Grecia y las costas africanas).

Sin embargo, también encontramos otras variedades de origen asiático o las especies de grandes dimensiones americanas, como el ciprés de Arizona o de Santa Cruz.

Taxonomía


Orden: Pinales

Familia: Cupressaceae

Género: Cupressus

Especie: Cupressus sempervirens

Variedades de cipreses

Actualmente hay diferencia de opiniones en cuanto al número de especies de ciprés reconocidas dentro del género Cupressus. En cualquier caso, podemos encontrar este género repartido por todo el mundo, existiendo variedades autóctonas del continente americano y otras del continente africano, europeo y asiático.

Nombre científico Nombre común
Cupressus americana 
Cupressus atlantica Gaussen   ciprés de Marruecos
Cupressus cashmeriana   ciprés de Bután
Cupressus chengiana  ciprés de Cheng
Cupressus duclouxiana   ciprés de Yunnan
Cupressus dupreziana   ciprés del Sahara
Cupressus funebris   ciprés llorón
Cupressus gigantea   ciprés del Tíbet
Cupressus leylandii 
Cupressus sargentii
Cupressus sempervirens  ciprés del Mediterráneo
Cupressus sphaerocarpa 
Cupressus torulosa   ciprés del Himalaya
Cupressus arizonica   ciprés de Arizona
Cupressus abramsiana   ciprés de Santa Cruz
Cupressus bakeri  ciprés de Modoc
Cupressus distica  sabino mexicano
Cupressus glabra  ciprés liso de Arizona
Cupressus goveniana 
Cupressus guadalupensis   ciprés de Guadalupe
Cupressus forbesii 
Cupressus lusitanica  ciprés de Portugal
Cupressus macnabiana 
Cupressus macrocarpa   ciprés de Monterey
Cupressus montana 
Cupressus nevadensis 
Cupressus pygmaea 
Cupressus sargentii 
Cupressus stephensonii   ciprés de Cuyamaca

Precio de compra

Aunque no todas las especies de cipreses sean fáciles de encontrar, sí vamos a tener muchas posibilidades de comprar en cualquier vivero la especie de ciprés común (Cupressus sempervirens) y otras variedades europeas.

Al ser una especie de lento crecimiento, interesa encontrar el punto óptimo entre tamaño de la planta y precio, ya que cuanto más altura tenga, el coste se dispara.

Para la especie común Cupressus sempervirens, la más económica de adquirir, una planta con una altura entre 30 y 40 cm su coste es inferior a 1 €. Con una altura de entre 80 cm y 100 cm, su coste se incrementa ligeramente, aunque suele estar por debajo de los 5 €.

Ciprés común partes


Cuidados y mantenimiento del ciprés

A la hora de plantar el ciprés, tenemos la opción de elegir su colocación en un lugar aislado o bien constituir un seto para protección y privacidad. Para este último caso, necesitamos establecer un marco de plantación con una separación de entre 50 y 60 cm.

Es un árbol de lento crecimiento que con el paso de muchos años puede superar los 30 cm de altura. A la hora de cultivarlo, se considera una especie rústica con apenas cuidados, muy sensible al aporte de agua y al exceso de humedad.

1. Climatología

Temperatura

Hablamos de una especie muy resistente a las inclemencias climáticas. Se cultiva en zonas donde se alcanza temperaturas gélidas de hasta -10 ºC. Por otra parte, también es cultivado en zonas muy cálidas con temperaturas que superan los 40 ºC.

Humedad

El ciprés es una especie que prefiere ambientes secos, aunque pueda pasar los inviernos con algo más de rocío en épocas de precipitaciones. Se cultiva de forma óptica con una humedad ambiental media que no supere el 65%, aunque no es un factor muy a tener en cuenta en su desarrollo.

Iluminación

El género Cupressus se cultiva pleno Sol, ya que sus hojas son muy resistentes a los rayos Solares ni tiene floración o frutos que puedan quemarse por el exceso de los rayos UV. En los primeros años de crecimiento, cuando el árboles aún pequeño, no importa que tenga algo de sombra durante el día por cobertura con otras plantas. Según vaya creciendo, por la altura, su exposición solar será total.

2. Suelo

Puede cultivarse en todo tipo de suelos, aunque prefiere aquellos con buen drenaje, secos, profundos y calizos (pH mayor a 7). Lo principal que tenemos que controlar es que haya una buena infiltración del agua.

Para ello, debemos de evitar las texturas de suelo con alto contenido en arcillas, intentando mejorar su relación con el aporte de arenas de alta granulometría.

El aporte periódico de materia orgánica, incluido inicialmente en el hoyo de plantación y trasplante, mejora el desarrollo de las raíces y el aporte de nutrientes. De media, podemos aportar 3 kg por árbol anual o bianualmente.

3. Riego

Los cipreses son muy sensibles a los excesos de humedad, los cuales pueden provocar el amarronamiento y el avance de enfermedades causadas por hongos como Phytophthora. Debemos establecer una frecuencia de aporte de agua que permita que el sustrato o suelo se seque entre riego y riego.

Una programación genérica que tendrás que adaptar a la textura de suelo y la climatología de tu zona es la siguiente:

Riegos en primavera y verano: de 2 a 3 riegos por semana con 4-8 L/riego.

Riegos en otoño e invierno: 1 riego/semana con 4-8 L/riego y ninguno si hay condiciones de frío o lluvia habitualmente.

4. Abonado

Los cipreses son poco exigentes en cuanto a abonado. El hecho de no perder las hojas (especie de hoja perenne) y tener un crecimiento muy lento hace que administre bien sus recursos y pueda sobrevivir apenas sin fertilización.

Para estimular el desarrollo en los primeros años, ya que podemos comprar en vivero especies con un tamaño inferior a 1 metro que nos interesa hacerlas crecer lo más rápido posible, podemos aportar a partir de primavera abono granulado alrededor del tallo.

Con la humedad ambiental y el aporte continuo de los riegos, el abono se irá solubilizando y liberará nitrógeno, fósforo y potasio de forma prolongada.

Fertilizante para coníferas: NPK 12-6-15 (4 Mg-23,5 SO3). Incluye micronutrientes como Boro (B), hierro (Fe) y zinc (Zn).



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Aplicar 80 g alrededor del tronco principal y repetir la aplicación 1 vez al mes hasta completar 3 aplicaciones totales.

5. Multiplicación

La multiplicación del ciprés se puede realizar mediante semillas. Sin embargo, necesitan un periodo de estratificación para lograr una buena germinación. En este caso, necesitamos simular el periodo invernal donde la semilla cae del árbol y está en contacto con el suelo húmedo a bajas temperaturas.

Para ello, cogemos las semillas y las colocamos en un tapper con mezcla de turba y fibra de coco previamente humedecida. Lo introducimos en el frigorífico (5 a 6 ºC) durante 3 meses (invierno).

Aunque la estratificación no siempre se cumple para todas las variedades, es lo más aconsejable si tenemos problemas de germinación con el sistema tradicional.

6. Trasplante y poda del ciprés

Para ejemplares nuevos, la mejor época de plantación y trasplante es en primavera, donde más actividad tendrán las raíces. Prepararemos el hoyo de plantación incorporando 5 kg de materia orgánica bien mezclada con la tierra.

Es aconsejable excavar los primeros 30-40 cm para tener una tierra bien mullida que permita el desarrollo de raíces. Plantamos el ciprés y damos un riego generoso de 10 L para especies de menos de 100 cm de altura.

El género Cupressus se adapta muy bien a la poda de formación. De hecho, es un requisito para hacer un seto con este tipo de especies. Se puede cortar las puntas para lograr que todos tengan el mismo tamaño y también darle una forma particular. Podremos usar para ello tijeras de poda o cortasetos.

7. Plagas y enfermedades de Cupressus

A pesar de que podamos pensar que el ciprés es una especie rústica y no va a tener plagas ni enfermedades, en este aspecto es todo lo contrario. Hay un largo listado de plagas que pueden atacarle y succionar el jugo de savia en los tallos jóvenes.

Por otra parte, excesos de humedad y suelos con mal drenaje pueden favorecer la presencia de hongos entomopatógenos.

Plagas y enfermedades ciprés
Izquierda: cochinilla del ciprés. Derecha: posible Phytophthora (amarronamiento).
Plagas

Una de las plagas más comunes en los cipreses son las cochinillas. En ella podemos encontrar la famosa cochinilla blanca de las coníferas. Insectos de tipo algodonoso y color blanco, sin movimiento, situado en los brotes nuevos de este tipo de plantas.

Menos común pero también probable es el insecto conocido como seca del ciprés y cuyo nombre científico es Semanotus laurasi. Las larvas de este insecto excava galerías en la madera y se alimenta de ella, causando un debilitamiento al árbol de forma lenta y progresiva.

Otra plaga de la madera que afecta generalmente a los árboles forestales son los barrenillos o escolítidos (Scolytus spp.), creando galerías en la madera y debilitando progresivamente el ciprés.



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Enfermedades

Las principales enfermedades del ciprés están relacionadas con el exceso de humedad en el sustrato. Los encharcamientos desplazan el oxígeno del medio y hace que las raíces se debiliten y mueran. Por otro lado, esta ausencia de oxígeno activa hongos que son capaces de vivir en condiciones anaeróbicas. La debilidad del árbol hace que estos hongos suban por el cambium del árbol y avancen por toda la parte aérea.

Uno de ellos es Phytophthora, secando ramas por cortar el flujo de savia. Esta enfermedad causa el conocido amarronamiento de las coníferas. También aparece gomosis sobre las ramas.

En general, hablamos de malas prácticas en el riego, donde siempre es mejor quedarse corto que pasarse con la dosis de agua aportada.

El tratamiento contra este hongo se realiza con el uso de materias activas fitosanitarias.



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Uso del ciprés en cementarios

Aunque el género de los cipreses es utilizado habitualmente como planta ornamental, lleva consigo una historia que involucra a los cementerios desde las antiguas civilizaciones griega y romana.

Pocos cementerios habremos visto donde no hay un volumen alto de cipreses. Por un lado, actúan como una excelente barrera frente al viento, especialmente cuando son cultivados en forma de seto.

Por otro lado, el hecho de tener una raíz profunda y pivotante, sin muchas raíces superficiales, hace que sea excelente para plantar en los cementerios, sin peligro de causar daños a los féretros y nichos. Fuera de misticismos, también se relaciona la producción de sus aceites esenciales con ahuyentar a moscas, muy mal valoradas en este tipo de entornos sagrados.

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