A su vez es chocante que bajo el epígrafe ecológico se presenten una serie de productos que no se encuentran de forma natural. Con claridad cristalina proceden del ámbito químico; lo que más sorprende es que los interiorizamos como naturales, y por supuesto su utilización sistemática no deja de ser desequilibrante y de muy dudosa inocuidad.
Entre los agricultores ecológicos sometidos al reglamento hay muchos que no quieren admitir el riesgo que conlleva para el medio y para nosotros mismos la utilización habitual y sin rigor de todos estos insumos; - como está dentro del reglamento, es ecológico -dicen. Nada más lejos de la realidad.
En la actualidad la agricultura ecológica sigue siendo, a nivel mundial, y muy a nuestro pesar, un islote en un mar de plaguicidas, super producción y explotación. Incluso estando al borde del "no retorno", la constatación del gran fracaso de la revolución verde de 1950 no nos ha hecho reflexionar un ápice sobre la utilización de todo ese sin fin de productos (químicos o biopesticidas); plagas y enfermedades fortalecidas campan a sus anchas por huertos, vergeles y campos, y son muchos los que argumentan : -ni con química se saca nada-.
A esta situación no escapa la agricultura ecológica, incapaz de luchar contra este desequilibrio global, necesita apoyarse, algo más que de vez en cuando, en los artificios de la industria química, con el propósito de llevar a buen puerto sus objetivos actuales (competitividad y espacio de mercado fundamentalmente). Digo actuales porque todo comenzó con una idea, para muchos utópica, pero clara y con unos objetivos a largo plazo, simples, sencillos, sin desviaciones, sin falsas verdades y con lealtad a consumidores y usuarios.
La verdad es que estamos ante un panorama bastante incierto, sin referencias claras. Ante esta situación probablemente algunos se llevaran las manos a la cabeza; no, nos asustemos, seamos sensatos, tenemos lo que nos merecemos.
Os invito a dar un paseo por la actual modificación del reglamento de A.E en cuanto a la utilización de plaguicidas y aditivos. Simplemente es una entresaca de un reglamento mucho más extenso. Si sois más curiosos y os seduce la investigación podéis escudriñar, tirar del hilo y como postre sacar vuestras propias conclusiones.
Os lo pongo fácil:
http://www.agrocolor.es/wp-content/uploads/2016/05/D-487-Reglamento-UE-2016-673-modifica-889-2008-producci%C3%B3n-ecol%C3%B3gica.pdf
Nos vemos en otra.
Ion