Aquilegia: flores que hablan por sí solas

La Aquilegia pertenece a la familia de las Ranunculáceas, la cual incluye 70 especies de plantas herbáceas. Es nativa de América del Norte, Sur de África y Centro de Europa. También se le conoce como Colombina, Amor escondido, Aquilina, Flor de los celos, Pelícano, Copa de rey, Corneta, Aquileña o Aguileña



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Es una planta de tallos erectos ramificados cuyas hojas son lobuladas-compuestas de largos peciolos, de un tono verde-azulado. Las flores tienen forma de trompeta abierta hacia arriba. Las hay de varios colores que va del violeta, lila, rojo, azul, blanco, amarillo y naranja. Aunque existen variedades bicolores. El fruto es dehiscente con varias semillas. Florecen a finales de la primavera e inicio del verano.

Se trata de una especie que se usa en bordillos, arriates, rocallas, macetas y como flor cortada. Lo recomendable es cultivar con otros grupos para que de un contraste único.

Requiere de una exposición a pleno sol o en semisombra. Pero no tolera las heladas, así que habría que protegerla. En cuanto al suelo deberá ser neutro o un poco ácido con arena para lograr un buen drenaje.



El riego deberá ser moderado para que el suelo esté siempre húmedo, pero sin encharcar. La poda solo es para retirar aquellas flores secas y marchitas, pero sobre todo para dar pie a una floración vigorosa.

Las plagas y enfermedades que posiblemente pueden volver susceptible a la Aquilegia son las babosas, los pulgones, las cochinillas, los caracoles, las larvas minador y el oídio. Aunque habría que estar atentos a cualquier huésped inesperado.

Se puede multiplicar por medio de semillas o división de mata. Lo ideal es sembrarlas a la sombra para que pueda prosperar mejor. Germina al cabo de unos 20 a 35 días de entre 18- 25 ˚C en el día.

¿Qué te parece este ejemplar?¿Te gusta?¿Lo habías visto? Ahora que si ya cuentas con un par de Aquilegias en el jardín, no dudes en darnos unos cuantos consejos para que siempre luzca bella y sana.