Originaria de Asia Menor, fue introducida la Melisa (Melissa Officinalis L.) en Europa durante la Edad Media.
Se cultiva ampliamente en jardines por su agradable aroma y su belleza. Curiosamente, el famoso agua del Carmen, antigua fórmula de las Carmelitas que aún sigue utilizándose para el malestar digestivo, no es sino un alcohol de melisa.
La Melisa tiene una acción sedante y beneficiosa sobre el nerviosismo y la ansiedad.
Ayuda a tratar las dolencias de origen nervioso, así como flatulencias, espasmos intestinales y digestivos, colitis, calambres de estómago y eructos.
También ejerce una beneficiosa acción sobre los zumbidos de oídos, sensaciones auditivas verdaderamente desagradables.
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Fuente: Arkocápsulas / Arkopharma.
Imagen: color line / Flickr.