Muchas de las afecciones que presentan las plantas se deben a condiciones de cultivo inadaptadas. Marchitamiento, manchas, decoloraciones y amarilleos no manifiestan siempre un problema parasitario, sino un malvivir» de la planta que se conoce como alteración fisiológica. Esto sucede también cuando hemos encontrado follaje quemado.
Cualquier signo anormal que aparezca bruscamente y de forma bastante generalizada en una planta de interior manifiesta casi siempre un problema de orden no parasitario como el follaje quemado. Una enfermedad se localiza primero en un órgano y luego evoluciona de forma paulatina, lo que le permite observar el comportamiento de la planta durante algunos días antes de tratarla.
Las quemaduras del follaje
El proceso para que se produzca el follaje quemado comienza por una decoloración y luego aparecen ennegrecimientos sobre el borde del limbo o a la altura del nervio principal. La parte «enferma» se torna seca y quebradiza y el resto de la planta se ondula o se deforma.
Las causas.- Una exposición al sol demasiado intensa, frecuentes aportes de abono o excesivamente concentrados (exceso de sales en el sustrato). Agua de riego contaminada o demasiado clorada.
Los remedios.- Nunca exponga las plantas a pleno sol durante las horas más cálidas del verano. No abone durante al menos dos meses. Use composiciones bastante pobres en nitrógeno. Fertilice como máximo una vez cada tres riegos y reduzca la concentración de la solución a un tapón de abono por 6 u 8 litros de agua. Emplee un abono granulado o en bastoncillos únicamente en una planta que acabe de trasplantar.
Nuestro consejo.- Nunca vaporice una planta expuesta al sol directo. Las gotitas depositadas sobre las hojas desempeñan la función de lupa, lo que provoca quemaduras.
Otros consejos de interés:
El ennegrecimiento del follaje.
Las carencias.
La caída de las flores abiertas.
La caída de los capullos florales.
La caída de las hojas.
Las decoloraciones del follaje.
Las deformaciones diversas.
La desecación.
El marchitamiento.
El amarilleo.
El crecimiento lento.
La reversión.
Este texto es un fragmento del libro Balcones y terrazas, de Larousse Editorial. Si te interesa este contenido, tienes más información detallada aquí: Larousse.es.
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Imágenes / Flickr: cookiepediachef - The Ken Cook