Su nombre científico es Equisetum arvese, su característica mas destacada es su contenido en selicio, un componente que refuerza los tejidos celulares de las plantas y con esto dificulta la entrada de hongos patógenos, por ello actúa de forma fungicida y preventiva.
Preparación
Al igual que en el pirón de ortigas, la cola de caballo se puede preparar con hojas verdes y secas, una vez decidimos qué proceso nos gusta más picamos las hojas con unas tijeras en trozos muy pequeños.
Colocamos las hojas troceadas en un bote o recipiente y añadimos agua hasta que se cubran por completo, taparemos este bote durante 12 horas.
Una vez pasadas las 12 horas hervimos esta mezcla durante 15 minutos a fuego lento y luego lo dejamos reposar.
Una vez enfriado procedemos a colarlo y a envasarlo para su utilización, una de las características mas importantes es su color caramelo y el olor agradable.
Cómo utilizarla
La dosis mas usada es 1/3, una taza de líquido por cada 3 tazas de agua, aplicaremos con la ayuda de un spray, para lograr un mayor control de hongos patógenos aplicaremos en la parte superior y envés de las hojas.
Lo aplicaremos una vez a la semana a modo preventivo y si el hongo ya esta actuando sobre la planta la rociaremos cada 2 días para eliminarlo.
Si nos sobra este estupendo líquido aliado de nuestras plantas la mejor forma de conservarlo es en frío, como mucho recomiendo tenerlo 1 mes, si lo almacenamos mas tiempo seguramente pierda propiedades y no sea tan efectivo