Hace tiempo me contaron una forma de cultivo que practicaban los monjes templarios, quiero dejar claro que no sé cuanto de mito tiene, he indagado y la verdad que no encontré mucha información sobre el tema y algunas fuentes que encontré eran confusas.
Yo voy a probar como me contaron, más o menos lo haré de la misma forma con alguna mejora actual y mi sello personal y veremos a ver que tal sale. Si quieres verlo paso a paso y un poco cómo va funcionando aquí te dejo el vídeo.
Método Templario
Por lo visto en los patios de los monasterios tenían diferentes hoyos de buena profundidad donde al fondo de estos hoyos colocaban restos de podas forestales y malezas. Esto lo iniciaban en otoño y lo regaban bien para que todo fermentase correctamente.Yo imagino que lo que buscaban con esto era que se compostase y conseguir buen mantillo para el fondo. Seguidamente metían un montón de estiércol muy generoso hasta llenar el hoyo. Lo cual le daría unos nutrientes buenísimos a la tierra.
Una vez tenían estos hoyos un tiempo con el mantillo y el compost bien regados, a la llegada de la primavera los usaban. Estos hoyos eran un lugar idóneo donde cultivar ya que tenían mantillo y estiércol compostado o maduro, perfecto para cualquier cultivo.
Mi método
Para acelerar el proceso y mejorarlo un poco yo voy a prepararlo un poco a mi manera. Como digo es un experimento y si sale bien pues cosechare unos tomates increíbles y si sale mal pues lo veremos igualmente, aunque dudo que salga mal.Mi forma siguiendo estos pasos pero con una variante es la siguiente, al fondo voy a poner 2 hojas de chumbera o nopal trituradas, ya que lo probé con un frutal y fue de categoría. Seguidamente tirare un saco de mantillo y después un saco de estiércol.
Lo regaré todo bien, lo tapare con un buen acolchado para que no pierda humedad y así los microorganismos comiencen a colonizarlo. A principios de primavera pondremos aquí un par de plantas de tomate, con su sistema para entutorar y todo listo para ver que tal.
Este es un método muy antiguo, pero hay otros. En algunos sitios de secano con terrenos arenosos se cavan hoyos, se llenan de estiércol, se pone un palo para tener ubicado el hoyo y en primavera se siembran los tomates, a los que llaman tomate de hoyo.
Espero que se de bien este experimento y en unos meses ver resultados. Me gusta probar este tipo de saberes ancestrales que seguramente tengan parte mito y parte realidad y es una pena que se vayan perdiendo con el tiempo.
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