Calculando que los acabamos de sembrar y que yendo la cosa bien, hasta final de Junio no los deberíamos cosechar,he cogido unas cuantas cabezas que supongo que me sobrarán.
Primero las he preparado antes de sembrarlas mirando si había alguna que estaba ya ablandada o echada a perder,dejando de esta manera como buenas sólo las cabezas que tenían los dientes duros.Las he “limpiado” cortándoles el tallo por el cual las tengo atadas y colgadas, y he quitado alguna capa seca de la piel sin llegar a quitársela toda.
Una vez tenía las cabezas ya preparadas he cogido el azadín para sembrarlas.Llevamos dos días de bastante lluvia así que la tierra tiene bastante tempero y está muy buena para trabajar,no está demasiado barro.De echo al mediodía he pasado por el puente del río y baja bastante turbio y crecido,aunque de momento no veo peligro de inundación.
Los dientes sueltos que sembré hace unos días y que he sembrado otras veces los suelo sembrar sueltos y abriendo una gatera con el azadín,pero esta vez como he sembrado las cabezas enteras hemos decidido sembrarlas como si fueran cepellones,haciendo agujero en la tierra y tapándola.
La ventaja de sembrarlos así por cabezas y como cepellones es que cada vez que quieras cosecharlos,podrás coger un buen puñado para una ración sin estropear el resto de la siembra,si quieres más coges más cabezas pero no desentierras ninguno ni dejas al aire las raíces del resto,problema que puede ocurrir sembrando los dientes sueltos.
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