Determinar el lugar
Ahora supón que vas a escoger el sitio. ¿Cómo será escogido? El factor determinante es el sol. Nadie lo ubicará en un rincón orientado al norte, a menos que este forzado a ello. Lo ideal es orientarlo al sur. De esta forma los rayos de sol le llegarán más horas a lo largo del día. Cuando el jardín está ubicado de esta forma, las verduras y flores deben crecer al norte y al sur.
Ubicado de esta forma, las plantas reciben los rayos del sol toda la mañana en el lado oriental, y toda la tarde en el lado occidental. La idea es recibir la máxima cantidad de luz solar en todo el jardín el máximo de tiempo posible.
El crecimiento ladeado de las plantas es fácil de ver y es efecto de una mala distribución de la luz solar. La exposición hacia el sur es la ideal porque el sol da la mitad del tiempo a cada lado. Una orientación al norte puede significar un corte en la luz; mientras que los lugares orientados al noreste y del sudoeste siempre consiguen una distribución desigual de los rayos del sol.
Trazar un plano del sitio
El jardín, si es posible, se debe planear sobre papel. Planificarlo es de gran ayuda para ahorrar tiempo y dinero en elementos innecesarios. Medir la parcela. Los nuevos lugares para ubicar el jardín se pueden encontrar en dos condiciones: cubiertos o con césped o con basura. En áreas grandes ara el suelo; pero en zonas pequeños quita el césped.
Las líneas a la hora de arar deben ser rectas. Corta las orillas con una pala a lo largo de la línea. Si el área es pequeña, hazlas de 4 por 18 o 20 pies. Pero supón que la zona destinada a alojar el jardín es grande. Entonces divide las líneas con un pie de anchura y quita el césped. ¿Qué hacer con el césped? No lo tires ya que está lleno de riqueza, aunque no inmediatamente. Así que empaqueta el césped poniendo un cuadro encima de otro.
Déjalo pudrirse. Cuándo se haya podrido se convertirá en abono. Cuando aremos la tierra, debemos asegurarnos de machacarla bien dejándola de forma arenosa y no dejar grandes trozos. El motivo de esto es que las raíces puedan abrirse paso fácilmente para aprovechar los nutrientes del suelo.
Elegir un estilo
Es el momento en pensar que aire le quieres dar a tu jardín, de identificar el estilo que refleje mejor tu personalidad.
Estilo moderno
Muy adecuado para los espacios pequeños, se caracteriza por la sencillez del diseño, muy funcionales y fáciles de mantener.
Estilo rustico
Es cada vez más popular en los que prefieren un enfoque natural en el diseño, buscar el equilibrio entre una vegetación medio salvaje y las ideas ecológicas.
Estilo paisajista
Recomendable para espacios grandes. Exigen mucha dedicación con los jardines paisajistas pero son espectaculares. Emplea elementos ornamentales o construcciones clásicas.