De los elementos esenciales para el cuidado perfecto de nuestras plantas y hortalizas es el mantener un riego adecuado en un mini-huerto urbano. Por lo que en este post os vamos a hablar de un tema que en muchos casos marca la diferencia entre el éxito y el fracaso a la hora de mantener nuestros huertos urbanos.
Al hablar de un huerto urbano o en muchos casos de un mini-huerto los recipientes que vamos a utilizar non son de gran tamaño por lo que un despiste en el riego puede acabar con una planta muerta o en el mejor de los casos bastante dañada que provocará que su crecimiento no sea el deseado, o que si está en flor pierda muchas de ellas por la falta de agua. Para poder mantener un riego adecuado en un mini-huerto urbano tampoco debemos aplicarlo de manera excesiva porque podría resultar más dañino para ellas.
Pasos a seguir para acertar en el riego de nuestro mini-huerto urbano.
1º Tener siempre un buen drenaje.
Es fundamental para que el exceso de agua salga del recipiente. Planta en un macetero con agujeros y después coloca ese macetero en otro sin agujeros, que actuará de contenedor, en el que colocaremos unas pequeñas piedras para que así el exceso de agua pueda salir sin dificultad. Después de regar, 15 o 20 minutos después comprueba si hay agua en el macetero y si es así retírala.
2º Menos es más.
Casi siempre es mejor quedarse corto que pasarse. Si nos quedamos cortos siempre podemos volver a regar mientras que si regamos demás es más complicado eliminar el exceso de humedad en la tierra, lo que acabará provocando la muerte de nuestra planta.
3º A cada una lo suyo.
Es fundamental saber las necesidades hídricas de nuestros cultivos. No necesita la misma cantidad de agua una lechuga que un tomate o una acelga. Por lo que es importante informarse primero para después poder actuar en consecuencia.
4º La localización de nuestro mini-huerto.
No podemos olvidarnos de este punto. No es lo mismo tener nuestros maceteros colocados en una zona donde el sol les da durante casi todo el día que tenerlos en semisombra. Y aquí también tendríamos que tener en cuenta la situación geográfica. Una tomatera en Sevilla probablemente necesite más cantidad de agua que si esa tomatera está en Vigo. Y digo probable porque aquí tendríamos que tener en cuenta otros factores como es por ejemplo el tipo de sustrato que utilices y la situación en la que se encuentre como os decía al comienzo de este punto.
5º Observación.
Para mí el punto más importante de todos, hay que observar a nuestras plantas ver el color de nuestras lechugas y comprobar el tacto de sus hojas, observar nuestras plantas de tomate para ver si tienen un buen aspecto o por el contrario están decaídas. La observación nos ayudará mucho en el tema del riego. Y recuerda que si tienes lo mejor es informarse o preguntar. Que no te dé vergüenza preguntar porque nadie nace aprendido y todos tenemos algo que preguntar sobre alguna cosa alguna vez.
Estas serían algunas recomendaciones generales que puedes seguir pero es fundamental conocer cada planta y sus necesidades para actuar correctamente.
Si puedes, riega con agua de lluvia o con agua de alguna fuente cercana a tu casa no tendrá cloro y además ahorrarás en la factura del agua. Si no fuese posible riega con agua del grifo que puedes recoger en un recipiente y déjala reposar sin tapar durante 48 horas.
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