Experta en cuidado del bonsái

"España es de los mejores países de Europa con respecto al bonsái"

Pepa Martín lleva veinte años dedicando su vida a la jardinería y hace aproximadamente unos diez se introdujo en el mundo del bonsái. Desde entonces, el misticismo y la filosofía que lo rodean, se han convertido en el centro de su vida. En el vivero donde trabaja se la puede ver cada día cuidando con mimo su colección de pequeños árboles, de la que está muy orgullosa.

 

Rodeada de suisekis y composiciones florales siguiendo el método de ikebana, y por supuesto, de sus queridos bonsáis, cada día afronta el reto de aprender un poco más sobre este mundo, pero, sobre todo, de interiorizar la filosofía zen, que tanta paz ha dado a quienes la profesan en Oriente, y que busca para sí misma a través de su bosque de árboles en miniatura.

 

Pregunta: ?Cuándo decidió dedicarse profesionalmente al mundo del bonsái?

 

Respuesta: Pues debe de hacer como unos diez años. Me dedicaba a la jardinería y en el centro donde trabajaba quisieron introducir bonsáis. Me encargaron a mí su cuidado y tuve que aprender mucho. Surgió de casualidad y fue por razones comerciales, pero desde entonces estoy realmente encantada. Me entusiasmó, he podido jubilarme en algunas ocasiones y no he querido.

 

P: ?Cómo fue su proceso de iniciación en el mundo del bonsái?

 

R: Como tuve que aprender rápido, comencé haciendo cursos. El primero fue en el Club de Aficionados de Getafe, Madrid, me impresionó mucho el aspecto del diseño. A partir de ahí empecé un período de formación con diversos profesionales del tema, españoles y japoneses, como Juan José Bueno, Benavente, o seminarios con Masahiko kimura y Liporace.

 

P: Con respecto a los profesionales, ?cree que en España hay un buen panorama? ?Y en el mundo aficionado?

 

R: Profesionalmente España es de los mejores países de Europa con respecto al bonsái. Para el aficionado creo que es moda. Estas personas suelen comprar los ejemplares ya formados, y cuanto más espectaculares mejor. No les importa el proceso de creación, sino adquirir el mejor árbol al mejor precio para exhibirlo.

P: Desde sus comienzos, ?cómo ha visto la evolución del mundo del bonsái?

 

R: Para mí ha avanzado a pasos agigantados. Se está aprendiendo a cultivar, y esto es muy importante. Pero con respecto al diseño el cambio es mucho más lento.

 

P: ?Alguna preferencia con respecto a especies a cultivar?

 

R: El taxus, o tejo, por una cuestión sentimental, es un árbol de mi tierra, los Pirineos. También me gustan mucho la pseudocidonia y el olivo. Ahora mismo tengo varios proyectos de bonsáis y muchos son olivos.

P: ?Qué es para ti el ikebana?

 

R: El bonsái ha sido durante mucho tiempo masculino, estaba vetado a las mujeres. Ikebana es el toque femenino del mundo oriental. Me encanta su sensibilidad.

 

P: ?Por qué es tan relevante para un bonsái la maceta en la que se cultiva?

 

R: Lo más importante es la especie, pero su relación con la maceta también lo es: por lo general los frutales se introducen en cerámica de color y las coníferas, en terracota. Pero lo decisivo es la profundidad, que depende del diseño del árbol y de las raíces del mismo.

 

P: Para ti también es muy importante el suiseki como arte oriental y en relación con el bonsái, ?por qué?

 

R: El suiseki es otro de los interesantísimos mundos del arte oriental. Es el arte japonés de las piedras y tiene una estrecha relación con los jardines zen. Dan paz y tranquilidad al espíritu a través de la contemplación de una imitación de la naturaleza.

 

P: Según tu experiencia, ?qué significa el jardín zen?

R: Para mí es una fuente de equilibrio. Cualquiera puede gozar de uno, pues pueden crearse en superficies muy reducidas. Si contamos con un espacio de aproximadamente 3 m. por 2 m. podemos crear un jardín zen. Para conseguir este equilibrio son muy importantes las fuentes, pues nos lo proporcionan a través del sonido del agua.

 

P: ?Qué primer consejo le daría a un inexperto?

 

R: Paciencia, paciencia y paciencia. Nos falta mucho por aprender y no tenemos la filosofía necesaria de contemplación de la naturaleza y de paz interior.