Desde luego que no voy a hablar aquí de esos hermosos e imponentes reptiles de otras latitudes, no. me refiero a esa reacción de las personas que consiste en retirar la cara cuando alguien se acerca a tí con la sana intención de saludarte con un beso, o dos, y tú adoptas la postura de la sierpe para evitar el susodicho beso.
Pues bien, eso fue lo que me ocurrió con esta pequeñaja que os muestro hoy. Ya sabéis de mi costumbre, casi obsesión, de retratar a estas criaturas de frente, de manera que se le puedan observar sus ojos.
Cuando la tenía a tiro, enfocada quiero decir, la muy arisca, que hasta ese momento me estaba mirando fijamente, me hizo eso, la cobra, quedando su retrato en un escorzo (que a mí no me desagrada, todo hay que decirlo).
Hembrita de Menemerus semilimbatus (Salticidae).
En Badajoz, julio de 2020.
Nikon D7500, Oshiro 60 mm f/2.8 2x, flash con reflector difusor de goma eva. f/5 (aproximadamente), 1/250s, ISO 100.
Menemerus semilimbatus, hembra.
Fotografía original de Rafael Jesús Rodríguez Fernández.