Para no perderse, llevan una cinta-guía que les avisa sobre los obstáculos que se pueden encontrar por el camino. Además, explica cuáles son las especies singulares y la arquitectura del jardín.
Los paseantes podrán desarrollar los sentidos del tacto, el oído y el olfato, gracias a las bandejas con ramas, frutos y hojas que podrán tocar, y al jardín aromático y los sonidos del parque.
¿Vas a visitar el parque de Castrelos? ¿Qué te parecen este tipo de iniciativas?