En el parque Nacional de Monfragüe existe una vegetación, fauna y rutas de las que consta el parque, otro de sus principales atractivos para los visitantes es el castillo situado en lo alto de una larga sucesión de escaleras que merece la pena recorrer para sumergirnos en una histórica construcción repleta de leyendas. Además, el parque está provisto de diferentes centros destinados a la orientación y disfrute de los turistas, como el Centro de Recepción e Información, los Centros de Interpretación del Agua y de la Naturaleza, el Centro de Documentación e Investigación y, en un futuro próximo, el Museo, en el que están trabajando para hacer el parque más atractivo aún si cabe.
Historia
El parque Nacional de Monfragüe desde la Edad Antigua hasta hoy, numerosas civilizaciones han pasado por él dejando cada una sus aportaciones, que han hecho de esta reserva natural lo que hoy es. En la Prehistoria, el Monfragüe ofreció al hombre cobijo y alimento. A cambio de ello, éste le obsequió con pinturas rupestres que aún se pueden observar en algunas partes. Las culturas prerromanas alteraron ligeramente el medio vegetal, y sus sucesores introdujeron la agricultura en la zona. Los árabes apenas modificaron el espacio, pero nos dejaron el castillo.Marifé Zama, Asesora de Comunicación del Parque Nacional de Monfragüe, afirma que "lo que hoy todos conocemos como Monfragüe fue una zona desconocida por el mundo científico hasta los años 50", fecha en la que sólo se tenía constancia de la riqueza florística de la zona. Dos décadas más tarde, un decreto obligaba a repoblar toda la vegetación con plantaciones de eucalipto. Tras una larga lucha para derogar esta orden, en 1979, por Real Decreto, se declaraba el Parque Natural de Monfragüe, lo que garantizaba la conservación de la flora.
Atractivo turístico
Más de 1.300 especies vegetales típicas del bosque mediterráneo se extienden a lo largo de 18.000 hectáreas, como el madroño, el brezo, la cornicabra, el lentisco, el labiérnago o la jara. Todo ello protegido por un conjunto de encinas, alcornoques y acebuches, además de fresnos y alisos, que constituyen la máxima expresión de la flora mediterránea. "Esta gran mancha florística es lo que salta a la vista al visitante en un primer momento", comenta Zama, que estima unas 350.000 visitas turísticas al año.La declaración de Parque Nacional en 2007 constituye el fruto de muchos años de lucha para conseguir este reconocimiento a nivel mundial, y como afirman desde el parque "ha sido la culminación de un sueño, porque siempre entendimos que era lo justo por la comparación con otros Parques Nacionales". Ahora, podemos decir que nos encontramos con uno de los 14 parajes elegidos como mejor conservados en el territorio español y que constituye la reserva Mundial de la Biosfera, y seguirán trabajando en él para mejorar.
Un paraje completo
Además de disfrutar de una naturaleza plena, el parque cuenta con otros puntos de gran interés, como las rutas de senderismo, un paseo en el que podemos encontrar especies vegetales de todo tipo, y la subida al Castillo de Monfragüe, desde donde se puede disfrutar de unas magníficas vistas, la visita al Puente del Cardenal o al Salto del Gitano, tres emplaces llenos de leyendas. La más conocida, como cuenta la experta, es la de este último, que alude a una persecución de la Guardia Civil detrás de un hombre de etnia gitana que al verse acorralado saltó al vacío desde la roca, ante lo que las autoridades quedaron petrificados.El parque es un reclamo para todo tipo de personas, desde estudiosos de la flora hasta aficionados a la ornitología, pero sin duda "es el lugar ideal para gozar de la riqueza natural de la zona, para pasear simplemente o para disfrutar de la gastronomía tradicional del lugar, que también es importante", afirma la asesora, que añade que "se trata de un patrimonio mundial que todos tenemos el derecho y el deber de conocer y conservar".
Para aquellos que deseen alejarse de la rutina y disfrutar del relax que proporciona la naturaleza en estado puro, el Parque Nacional de Monfragüe es el lugar ideal para hacerlo.