Empezamos por el;
Bálsamo de Caléndula de Taller Amapola:
Ideal para tratar cualquier problema en la piel: dermatitis, rozaduras, pequeñas heridas, cortes, picaduras de insectos...
Bálsamo de Hipérico de Taller Amapola:
Tener siempre a mano para combatir pequeñas heridas y quemadura. Es lo mejor para tener en la cocina, siempre a mano.
Crema de Árnica y Enebro de Taller Amapola:
Es un suave bálsamo para aliviar las molestias articulares y musculares. Además es ideal para aliviar los golpes, sobre todo en los más peques. Esta crema, junto con el bálsamo de Caléndula, son las que aconsejo llevar siempre en el bolso... y así tenerlas siempre a mano.
Aceite Corporal Eucaliptus de MONdeconatur:
Este es un aceite balsámico recomendado para toda la familia, incluso los más pequeños, para prevenir y mejorar los estados gripales, catarros y dolencias de las vías respiratorias.
Aceite Esencial de Árbol del Té:
Por su efecto antiséptico triple, que actúa contra las bacterias, los hongos y los virus y por ser además, antivírico, cicatrizante, antiinflamatorio, desodorante, espectorante y balsámico.
Aceite Esencial de Menta:
Va muy bien tenerlo a mano para aliviar dolores de cabeza, aplicándolo en la sien con masajes circulares y muy lentos. Vigilando siempre de que no toque los ojos, porque escuece mucho! También va muy bien en caso de mareo, durante un viaje en coche, en barco... Basta con olerlo para calmar las nauseas, y si aplicamos una gotita en la rejilla del aire, refrescará el ambiente y evitará que nos entre sueño al volante.
Aceite Esencial de Bergamota:
Sobre todo en esta época, otoño, ya que es un antidepresivo natural muy potente. Basta con aplicar unas gotas en un algodón o pañuelo e ir aspirando su aroma durante el día; o ponerlo en un quemador de esencias para ambientar la casa o el lugar de trabajo.
Si seguís este enlace, podéis leer un poco más sobre el botiquín de aromaterapia.