Las flores Hibisco nacen en verano y en otoño, pero su duración es muy breve, alrededor de un día. Necesita mucha luz natural y requiere un suelo abonado y húmedo.
Se debe regar frecuentemente y el suelo tiene que estár bien drenado. A la flor Hibisco debemos abonarla cada quince días con un fertilizante desde la primavera al otoño para que tenga los nutrientes que necesita.
Entre las enfermedades que desarrollan hablamos de:
- Ácaros: son una especie de parásitos que afectan a las hojas de las plantas envolviéndolas con una especie de tela de araña.
- Moho gris: es una especie de pelusa que infecta a toda la planta debido a la presencia de un hongo.
- Mosca blanca: son insectos que se amontonan en las hojas y deterioran la planta.
¡Qué hermosas son estas flores! ¿Las sembraríais para vuestro jardín?