Las bolas de flores del Allium Ampeloprasum o ajo silvestre
tienen un encanto especial con sus pequeñas inflorescencias de tonos
rosados y malvas.
Antes de abrir, su color es verde y cuando se secan se tornan
de color trigo. Un ramo nos permitirá disfrutar de un arreglo
floral que veremos ir cambiando de color y alegrará cualquier
rincón de nuestro hogares.
Podemos adquirirlas en floristerías y es cierto que, en este caso, las
flores procedentes de viveros son más jugosas y de inflorescencias
más vistosas aunque las silvestres ganan en naturalidad y, para
mí, el hecho de buscarlas y recolectarlas es un auténtico placer.
Utilizando el lenguaje de los perfumistas, emanan tonos florales
como salida, la nota corazón tiene un sutil olor a ajo, pero la nota
de fondo o poso es nuevamente floral.
Desde luego no es la flor que Victoria Beckham pondría en su casa, ¡ja!,
pero quizás por eso mismo a mí me encanta tenerlas en la mía.
^-^
Con estos macros participo un jueves más en el blog hop
fotográfico de Nika vintage.
¿Me acompañas a descubrir más mundos vistos muy de cerca?