El mes de septiembre es un mes de cambios. Comienzan a bajar las temperaturas y a caer las primeras lluvias. Nos encontramos en la transición del verano al otoño. Volvemos de nuevo al trabajo y los estudios, pero también el jardín inicia una nueva etapa. Es un momento de renovación para nuestro vergel, que se materializará sólo con la ayuda de nuestras manos.
No son pocas las tareas que se deben realizar en esta época: podas, recolección de semillas, plantación de bulbosas, etc. La creencia de que es un momento de reposo del jardín, tras la profusa floración estival, es errónea, ya que es ahora cuando hay que limpiar y preparar las plantas para los meses venideros, y reparar los posibles daños sufridos a causa del calor y la sequedad del veran
Abonado indispensable
Óscar Domínguez, fitopatólogo y paisajista, nos cuenta lo importante que es en este momento el cambio de temperaturas en toda la Península Ibérica, y que es hora de trabajar en el jardín: "los días son más cortos y las temperaturas algo más bajas. Los daños por el calor y los vientos cálidos son ahora más visibles". Para él, lo primordial es abonar: "para recuperar el jardín, la primera tarea importante es el abonado de otoño. Aportará un pequeño renacer en muchas de las plantas de nuestro jardín".Muy de acuerdo con él está Juan Luís Ruiz Dyezma, otro de los expertos paisajistas con los que quisimos hablar de este tema: "el otoño es una etapa de unificación de tareas casi en todos los climas peninsulares, y la época de más trabajo en todos los jardines, más que en verano y primavera", ya que de lo que realicemos ahora dependerá el futuro aspecto de nuestro vergel.
Domínguez nos previene sobre la maduración de los frutos en esta época y su peligro para el jardín: "también es época de fructificación. Debemos estar pendientes para evitar que los frutos maduros caigan en el jardín y se pudran en el suelo". Según Dyezma, "hay que sacar las plantas de temporada estival ya pasadas y abonar los céspedes y praderas". Es importante ir pensando en la protección invernal de ciertas especies: "en el clima continental debemos reservar ciertas plantas del frío que próximamente vendrá", nos cuenta Dyezma.
Planta bulbosas y realiza semilleros
Domínguez nos sugiere realizar alguna poda en las plantas que acaban de florecer, y pone énfasis en la realización de semilleros para obtener nuevas plántulas: "debemos preparar los semilleros de las invernales como primaveras, pensamientos y ciclámenes. También deberíamos podar aquellas que dan flores en verano para que tengan un último renacer exuberante en otoño".De cara a la nueva temporada que comienza, realizaremos la plantación de diversas especies, como bulbosas de primavera. Además, es época de recolectar semillas de las floraciones producidas durante el verano. Según Óscar Domínguez, "casi todas las plantas del verano están fructificando ahora. Las de los frutos no carnosos, como cápsulas o vainas, las guardaremos nada más recolectarlas. Las de frutos carnosos procuraremos limpiarlas bien de cualquier resto de pulpa y dejarlas secar al menos tres días antes de guardarlas".
Por su parte, Dyezma nos sugiere la siguiente distribución de plantaciones de bulbos en la Península Ibérica: "en la zona mediterránea podemos poner narcisos, crocus, tulipanes, cyclamen y anémonas. En el centro de la Península también narcisos y crocus, así como tulipanes y anémonas. En la zona atlántica, narcisos, crocus, tulipanes, cyclamen, anémonas, fritillaria e impheion, y en el sur, narcisos, tulipanes, crocus, fritillaria, anémonas y hyacinthus.
Cuida los setos y las plantas de interior
Es también muy importante prestar atención a las plantas de interior así como a setos y arbustos, a los cuales realizaremos una poda de formación. Con respecto a las primeras, debemos tener en cuenta que en interiores el verano es mucho más duro por eso, según Dyezma, "bajaremos los riegos progresivamente y trasplantaremos las que veamos que ya no pueden desarrollarse en la maceta por falta de espacio para sus raíces".Para Domínguez, en el interior "principalmente tenemos que retirar todas las partes dañadas por el exceso de calor, de riego o plagas. Si las hemos tenido en el exterior, deberemos ir pensando en volverles a hacer hueco dentro de casa y meterlas cuando la temperatura nocturna descienda de los 8º C".
El otoño es una época crucial para las plantas, ya que sufren muchos cambios con respecto a la temperatura y la humedad, dos de los parámetros que más afectan a nuestros vergeles. Por ello, y sobre todo en exteriores, donde el cambio es mucho más radical, el trabajo en el jardín debe ser meticuloso y cuidadoso. Ponte ya manos a la obra.
Agradecimientos: Óscar Domínguez y Juan Luís Ruiz Dyezma, paisajistas.