El árbol ginkgo de 1.400 años que convierte a este templo budista en un hermoso océano amarillo que parece de oro, nunca dejaremos de asombrarnos con las maravillas de la naturaleza, genialmente representada por este emotivo espectáculo de luces y sombras, cuyos tesoros siguen inspirando y concienciando a miles de personas para que contribuyan, en la medida que sea, en su preservación. Y es que todos los días descubrimos nuevos lugares y elementos que moldean su belleza, como el árbol de más de 1.400 años de antigüedad que os mostraremos hoy, capaces de quitarnos el hipo.