Empezamos aprendiendo todos los detalles sobre el riego de dos de nuestras flores preferidas: las rosas y las orquídeas.
Rosa
La rosa es la reina de nuestros jardines y, gracias a estos consejos de riego, ayudaremos a que continúe su reinado indemne durante muchísimo tiempo.
En primer lugar, analizaremos cuestiones ajenas a las plantas, como por ejemplo el tipo de suelo o el clima de nuestra región.
Tenemos que saber que si el suelo es arcilloso, retendrá mejor la humedad, a diferencia del suelo arenoso. No obstante, un exceso de arcilla tampoco sería aconsejable, así que, si este es nuestro caso, deberíamos añadir compost para mejorar la calidad del suelo.
En cuanto al clima, parece razonable pensar que durante el verano o en climas muy cálidos el riego debe aumentarse. Esta afirmación es completamente cierta, pero, además, conviene tener en cuenta que el viento también influye a nuestras plantas. Como norma general, regaremos todos los días en climas extremadamente calurosos, cada dos o tres días en regiones con veranos estándar, y tan solo una vez a la semana si la temperatura durante esta estación es moderada. Por supuesto, si el viento arrecia, aumentaremos el aporte de agua levemente.
La edad de nuestros rosales también determinará su riego. De esta forma, si los hemos plantado en el último año, necesitarán riegos más frecuentes y profundos durante las estaciones secas. Cantidad que podremos ir reduciendo conforme nuestras plantas 'cumplan' los 6 meses.
Ni que decir tiene que el tamaño del arbusto también es relevante (apuntad: a mayor tamaño, mayor aporte de agua).
Trucos y consejos para el correcto riego de rosales
- Introduciremos un palito en la tierra de alrededor del rosal, si este no se ha humedecido es que nuestra planta necesita un riego urgente.
- Os recomendamos riegos más profundos que frecuentes, sobre todo en suelos en los que el drenaje es peor. Si las hojas adquieren una tonalidad amarillenta, cuidado, puede que estemos regando en exceso.
- Regaremos poco a poco, muy cerca de la base de la planta, dejando que nuestro rosal absorba el agua lentamente (para esto emplearemos regaderas con rosetas o mangueras en modo de riego de baja presión), y a primera hora de la mañana. Lo ideal es instalar un sistema de irrigación que nos permita controlar perfectamente cuánto y cuándo estamos regando nuestros rosales. Además, todos los productos necesarios los podréis encontrar en Gardena.
- Para que la tierra mantenga la humedad durante más tiempo, añadiremos mantillo alrededor de las rosas, reemplazándolo cada primavera.
- Si hemos plantado nuestros rosales en macetas, entonces, debemos aumentar la dosis de agua, llegando a regar todos los días en las estaciones más cálidas y secas.
Existen pinchos de riego perfectos para suministrar agua de forma gradual, son muy recomendables para estos casos. Además, añadiremos gravilla para mantener la humedad lo máximo posible.
Orquídea
Pasamos ahora a hablar sobre el riego de otras de nuestras flores preferidas, las orquídeas. En este sentido, el aporte justo de agua incidirá de una forma mucho más determinante en su aspecto de lo que podamos llegar a imaginar. De hecho, es clave para la floración.
Existen una serie de claves que podemos tomar como referencia a la hora de regar nuestras orquídeas; os las mostramos a continuación.
Patrones de riego
Las Orchidaceae conforman un género de plantas compuesto por más de 25.000 especies; es decir, es una de las familias naturales más extensas. De esta forma, -como os podréis imaginar- nos encontramos casi con tantos tipos de orquídeas como variedad en sus necesidades, aunque a grandes rasgos podemos hablar de 4 grupos:
Trucos y consejos para el correcto riego de orquídeas
- A pesar de que nuestra orquídea no tenga la capacidad de almacenar agua y necesite un aporte mayor que otras variedades, no significa que debamos encharcar su sustrato: ¡todo lo contrario!
Aplicaremos esta sencilla regla: regaremos cuando el sustrato esté completamente seco las orquídeas con pseudobulbos y antes de que llegue este momento las que no cuenten con estos órganos reservorios de agua; rociaremos las hojas y las raíces de las que necesiten un rápido secado del sustrato, y dejaremos de regar por completo en invierno (hemisferio norte y sur) o en temporada seca (ecuador) aquellas que estacionalmente pierdan sus hojas.
No obstante, si no sabemos cuál es el tipo de orquídea que tenemos, recurriremos a lo seguro: regarlas cuando, casi prácticamente seco, el sustrato todavía cuente con un poquito de humedad.
- Por supuesto, más allá de especificidades propias de cada variedad, las condiciones climáticas de nuestra región u hogar también son fundamentales. A más luz y calor, mayor cantidad de agua será necesaria.
- Además, aprenderemos a interpretar las necesidades de nuestras orquídeas. Un truco muy útil que tal vez nos sirva de ayuda radica en comprobar el estado del sustrato. Las mezclas preparadas para orquídeas que venden en establecimientos especializados, suelen estar elaboradas a partir de corteza y musgo y, si adquieren un aspecto polvoriento y seco, es que ha llegado la hora de regar.
- Por norma general, las orquídeas necesitan más agua en época de floración.
- Las macetas para orquídeas deben contar con agujeros en la base para que el agua pueda drenar correctamente.
- La mejor forma de riego: hacernos con alguno de los accesorios que encontramos en Gardena para dispersar el agua y regar durante un minuto, dejando que el agua limpie la tierra y salga por los agujeros basales de la maceta. Cuidado, si tarda mucho en realizar este proceso, puede que el sustrato sea demasiado denso.
- Regaremos a primera hora de la mañana o a última de la tarde.
- Evitaremos añadir fertilizante soluble en cada riego, el abuso puede terminar por dañar nuestras plantas, y limpiaremos con un pañuelo de papel el agua que se acumule en las hojas.
¿Qué os han parecido estos consejos? ¡Aplicadlos y vuestras rosas y orquídeas lucirán más bellas que nunca!