Avanzamos en el año y las temperaturas suben.Este calor anima a las plantas a dar un estirón, plantas como nuestros ajetes que sembramos en enero.
Los ajos sembrados para ajetes, en cosa de una semana han engordado la cabeza considerablemente, con lo que ya no queremos usarlos para ajetes, pero tampoco queremos tirarlos porque hay cantidad y nos da pena.
Como los ajos sembrados para cabeza no los cosecharemos hasta el mes que viene, y los ajos del año anterior empiezan a grillarse, hemos decidido aprovecharlos en conserva como hemos echo otros años.
Recolectamos todos los ajetes del terreno y les cortamos las raíces, les quitamos la piel superficial dejándolos lo más blancos posible, y los cortamos un poco por encima de la cabeza, poco antes de donde el tallo empezaba a verdear.
Los metimos en una fiambrera de cristal, intercalando trozos de cayena e intentando que se quedaran todos los huecos lo más llenos posible.
Después llenamos la fiambrera con aceite de oliva y Listo! Preparados para usar y para guardar.
Estos ajos los usaremos para preparar guisos, guarniciones, sofritos e incluso añadir alguno cuando freímos las patatas fritas/ bravas para que les de un toque de sabor a ajo sin que haya muchos trozos sueltos en el aceite de la sartén que luego se queman rápido.