No hay nada más saludable que comer verduras y hortalizas directamente de nuestra propia huerta. Sin duda la mejor forma de que los alimentos no pierdan sus propiedades es consumirlos directamente desde la huerta.
A la vez son hortalizas que nosotros mismo hemos cuidado, mimado desde la plantación de su semilla hasta nuestro plato, por esto el sabor es mayor aún si cabe.
Y sin duda el ahorro de dinero es notable ya que con un mínima inversión podemos proveer a toda nuestra familia de verduras y hortalizas frescas.
En resumen podemos decir que los beneficios que podemos obtener de tener nuestra propia huerta serían los siguientes:
Vamos a consumir productos de mejor calidad desde el lado nutricional. Son productos frescos, con todas sus vitaminas y propiedades que no pasan por ningún proceso de elaboración.
Nos permiter ahorrar un dinero en la cesta de la compra.
Reduce nuestro grado de estres y ansiedad provocado por el ritmo de vida diário, además de desarrollar en nosotros la virtud de la paciencia.
Podemos cultivar lo que queramos en función de los gustos de nuestra familia y en función de nuestro consumo sin tener que depender de las superficies donde se venden estos productos, donde muchas veces no encontramos lo que queremos ni en el formato adecuado.
Nos permite cultivar las relaciones de familia pues gracias a nuestra huerta podemos compartir muchas labores con nuestras parejas e hijos.
Creamos un pequeño microambiente donde podemos disfrutar de la naturaleza, observar el paso de las estaciones y admirar a todos los seres vivos que pueden llegar a habitar en nuestra huerta, además creamos un espacio verde en nuestra casa que nos alegrará todos los días con sus aromas, colores y texturas.
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