El lirio, también conocido como azucena, pertenece a la familia de las liliáceas y se encuentra en todo el hemisferio norte, es decir, prácticamente en toda Europa, Asia, Japón, Estados Unidos, el sur de India y de Filipinas, y en el sur de Canadá.
Son muchas las especies que se enmarcan dentro de este género, pero las más usuales son el lirio cárdeno o común de flores azul pálido, el lirio pálido, de flores ligeramente azuladas, el lirio blanco, el lirio de Florencia y el lirio amarillo. En Semillas Huerta y Jardín podéis escoger vuestro favorito ?y cualquier otro bulbo de primavera para acompañarlos, claro-, además, encontraréis ofertasen los bulbos de lirio.
Esta planta, que puede llegar a alcanzar una altura de 70 centímetros, destaca por su perfume y por su capacidad de mantener los olores de las demás flores con las que se mezcla.
Como explicábamos en un post anterior, Es tiempo de bulbos de primavera, debe plantarse en un suelo esponjoso. Además, es importante que durante el tiempo de floración se abone y se riegue más.
A los amantes de las curiosidades, además de la jardinería, os interesará saber que el jugo de su raíz puede ser usado como purgante y que, antiguamente, sus raíces se usaban para fabricar pócimas de amor e, incluso, ahuyentar a los malos espíritus. De hecho, el lirio posee feniletilamina, una sustancia aromática que estimula la liberación de opioides.
Para terminar, os dejamos aquí su ficha técnica:
Descripción: planta herbácea, vivaz, de la familia de las Iridáceas, con hojas radicales, erguidas, ensiformes, duras, envainadoras y de tres a cuatro decímetros de largo, tallo central ramoso, de cinco a seis decímetros de altura, flores terminales grandes, de seis pétalos azules o morados y a veces blancos, fruto capsular con muchas semillas, y rizoma rastrero y nudoso.
Cómo plantar los bulbos: los bulbos se sembrarán a una profundidad de 12 centímetros y la distancia recomendada entre bulbos será de 40 centímetros.
Siembra: desde febrero hasta junio.
Floración: desde junio hasta agosto.
Climatología adecuada: temperaturas medias entre 10º y 20º, si bien, tolera las heladas.
Suelos adecuados para el cultivo: es preferible que el suelo posea tierra arcillosa y calcárea. Además, algunas especies precisan de terrenos pantanosos o de cultivo directo en agua.
Riego: escaso, una vez a la semana aumentando ligeramente el riego durante la época de floración.
Plagas y enfermedades: destaca, entre las plagas, el pulgón; y en las enfermedades, la heterosporiosis.
¡Feliz siembra!