Dentro de la Familia Apocynaceae encontramos especies muy populares en nuestros jardines que han sido cultivadas por cientos o decenas de años. Las plantas más populares en la familia son: La hermosa y peligrosa Adelfa (Nerium oleander), las Palmas de Madagascar pertenecientes al género Pachypodium y las famosas Rosas del Desierto a las que dedicamos esta publicación.
Variedad de las flores de la Rosa del Desierto, Adenium obesum
Las Rosas del desierto son en la actualidad una de las plantas más codiciadas por los coleccionistas de plantas suculentas y por los fánaticos de la creación de bonsáis. Esta especie es cultivada por algunas empresas con fines comerciales y tanto la planta (muy pequeñas frecuentemente) y sus semillas son muy caras.
En esta publicación queremos compartir con ustedes los requerimientos esenciales para el mantenimiento y reproducción de esta planta y evitar gastar el dinero para nada.
Cómo mantener 100% saludables a la Rosa del Desierto, Adenium obesum
Adenium obesum es una arbusto o pequeño árbol con tallos suculentos que necesitan pocos requerimientos para su buen cultivo, pero estos, son esenciales para su supervivencia. Si sigues estos consejos, tu Rosa del desierto crecerá sana y florecerá sin problemas:
Iluminación: Esta especie debe cultivarse a pleno sol aunque tolera crecer bajo luz solar filtrada. En lugares poco iluminados perderá todas sus hojas y puede morir.
Temperatura ambiental: Las temperaturas óptimas para su crecimiento deben encontrarse superiores a los 25⁰C. Temperaturas inferiores a los 15⁰C pueden aparecer daños irreversibles en nuestra planta como: caídas del follaje y pudriciones de raíces.
Variedad blanca de la flor de la Rosa del Desierto, Adenium obesum
Humedad relativa: Adenium obesum necesita crecer en climas algo secos donde la humedad relativa se encuentre inferior al 40%. Mucha humedad provocará la aparición de hongos que pudrirán sus raíces, caída de hojas y de flores.
Frecuencia de Riego: El riego es un aspecto esencial en la salud de esta especie. En su hábitat natural es capaz de tolerarmeses de pura sequía y sobrevivir sin problemas. Debemos regar de forma moderada (una vez cada 15 días) en verano y primavera y 1 vez al mes en invierno y otoño. Evitar el encharcamiento.
Sustrato: La Rosa del desierto debe crecer sobre un sustrato con un drenaje perfecto y con la capacidad de que se seque con rapidez. Se han encontrado ejemplares que son capaces de crecer en roca limpia y algo de arena. Para nuestras macetas recomendamos una mezcla de arena gruesa, piedras pequeñas y algunos trozos de carbón vegetal.
Numerosas flores de la Rosa del Desierto, Adenium obesum
Frecuencia de abono: Debemos abonar en épocas cálidas con fertilizante para cactus y crasas en bajas concentraciones. La frecuencia más efectiva es abonar 1 vez al mes.
Plagas y enfermedades: El principal enemigo de esta planta es el exceso de humedad que provocará la pudrición de sus raíces y la aparición de hongos. También pueden aparecer pulgones o ácaros uqe debemos controlar con insecticidas.
Cómo reproducir la Rosa del Desierto a partir de esquejes o semillas
Tanto la reproducción por esquejes como por semillas son bastantes sencillas pero con algunos requerimientos esenciales para lograrlo.
Reproducción por esquejes
Primero debemos tomar un esqueje del tallo de la planta madre (Región final del tallo con hojas y entre los 10-15 cm). Debemos sumergir nuestro esqueje en hormona de enraizamiento durante 15 minutos (el área cortada). Después debemos sembrar nuestro esqueje en una maceta con sustrato arenoso y con buen drenaje (enterrar unos 5 cm) y regar cada 3-4 días. Cuando cumpla el primer mes deberemos ubicar nuestra planta a pleno sol y protegerlo de las bajas temperaturas asociadas con el invierno. En 2 meses como máximo obtendrás una Rosa del Desierto nueva para tu colección.
Reproducción por semillas
Para reproducir por este método debemos comprar primeramente las vainas que contienen las semillas. Debemos tener mucho cuidado porque las vainas cundo maduran completamente tiende a abrirse y dispersar las semillas. La apertura de las vainas es un síntoma esencial para saber el final de la maduración de las semillas y que están listas para germinar.
Tomar las semillas (numerosas) del interior de las vainas y ubicarlas en bandejas que contengan arena gruesa, tierra de jardín, pequeñas piedras y abono orgánico (humus de lombriz) en pequeñas cantidades. Las semillas deben ubicarse cada una a unos 5 cm de la otra para que crezcan bien por separado. Debemos plantar las semillas enterrándolas superficialmente donde la tierra la cubra completamente por una capa delgada.
Arbusto de la Rosa del Desierto en una colección, Adenium obesum
Debemos mantener la humedad del suelo regando cada tres días la superficie o ubicando platos por debajo de la maceta de germinación para que la tierra la extraiga constantemente.
La temperatura ambiental es un factor importante para la germinación de las semillas y debemos mantenerla constante. Esta se debe encontrar a más de 28⁰C y nunca bajar. Un descenso de la temperatura puede provocar la demora de la germinación.
Cuando veas germinar las semillas debes evitar regarlas por un período de 20 días para después regarlas cada 15 días. Cuando cada plántula desarrolle de 6-8 hojas estarán listas para el trasplante hacia su vasija final. La vasija debe contener las condiciones de sustrato mencionadas anteriormente y debemos ubicar nuestra maceta siempre a pleno sol.
Los cuidados a partir de su trasplante son aquellos que mencionamos anteriormente.
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