Generales de la planta Manto de la Virgen
Estamos frente a una planta silvestre proveniente de las costas rocosas de España. En cuanto a su aspecto, crece hasta unos 45 centímetros, con tallos tendidos y espinosos. Las flores de color morado intenso ostentan 5 pétalos separados entre sí. Los frutos vellosos tienen forma de cápsula con una apariencia estrellada, debido a cavidades que sostienen las semillas. La planta florece en el período de marzo, abril, mayo y junio.
En una planta nativa de las islas canarias, extendiéndose por las islas Baleares. Se le encuentra también en Egipto, Italia, Grecia y en otras islas del mar Mediterráneo, como Creta. Habita en zonas áridas y secas. Se le aprecia en matorrales, cultivos abandonados, pastizales y solares. Tiene unos 60 centímetros de extensión. Ahora pasemos a los cuidados de la planta Manto de la Virgen.
Cuidados de la planta
En cuanto a los cuidados de la planta Manto de la Virgen, lo mejor es tenerla en un ambiente cálido y seco, por lo tanto recibir sol constantemente es importante para su crecimiento, el cual es muy rápido. No obstante, es capaz de resistir una helada de hasta -5 ºC. La planta crece en casi cualquier tipo de suelo, siempre y cuando esté bien drenado.
Siguiendo este orden de ideas sobre los cuidados de la planta Manto de la Virgen, es resistente a una sequía ya que tiene una predilección por los climas secos. Su riego ha de ser moderado porque si se abusa del agua, no producirá tantas flores y se llenará de hongos. Asimismo, para favorecer un desarrollo óptimo, será suficiente con su abono y un fertilizante orgánico. No requiere de poda pero con el tiempo es conveniente hacerlo para controlar su crecimiento.