Su versatilidad permite múltiples ubicaciones: Las cestas para plantas se pueden colgar en el jardín, como bienvenida colorida en la puerta de la calle, en paredes o pérgolas, pero también son aptas por excelencia para la terraza o balcón.
En los últimos años sobre todo las cottage baskets, estas cestas para plantas colgantes típicas de las casitas de campo, han ido conquistando desde Inglaterra a toda Europa.
Las macetas o cestas colgantes se pueden comprar prefabricadas, pero es mucho más divertido dar rienda suelta a la imaginación y hacer tu propia cesta colgante para llenarla de plantas en tus colores u olores favoritos.
En realidad, cualquier maceta o cesta es apta para convertirla en una cesta colgante, siempre y cuando el agua sobrante se pueda escapar.
Son muy populares las cestas preformadas de hilo metálico, que se pueden 'revestir' de esfagno (una variedad de musgo) para que tengan un aspecto natural.
Además de eso puedes hacer uso de láminas de coco. Muy decorativas son las cestas de mimbre en toda clase de formas y medidas, así como las cestas de madera.
Las macetas de terracota también son adecuadas para colgar, e incluso se pueden usar cestas de plástico.
Sistema de tres puntos
Para poder colgar las cestas de manera equilibrada, debes usar preferiblemente un sistema de tres puntos con cuerdas resistentes o, más duraderas, con cadenas metálicas.Estas cuerdas o cadenas se fijan en los tres puntos, distribuidos sobre la circunferencia de la maceta o cesta.
Para colgar las cestas, lo mejor es usar unas cadenas fuertes, ya que una cesta llena de tierra y plantas pesa bastante.
Si deseas colgarla de un balcón bastante alto, resultará práctico instalar un sistema de polea. De esta manera evitarás el tener que subirte a una escalera para poder regar las plantas.
Llenar la cesta
Coloca la cesta semiesférica encima de un cubo, para que no se balancee todo el rato.Reviste primero la cesta con una capa gruesa de esfagno (retiene muy bien la humedad), una lámina de coco o, en el caso de cestas de madera y otros materiales naturales, con una lámina de plástico. Si eliges esta última opción, no te olvides de hacer unos cuantos agujeritos en el plástico, pinchándolo.
A continuación, se echa en la cesta un poco de tierra especial para macetas. La mezclaremos eventualmente con un poco de abono especial para plantas de cubeta. En ese caso, no hará falta incorporar un fertilizante adicional durante las primeras semanas.
Si tienes una cesta de hilo metálico y deseas que las plantitas crezcan también por las partes laterales, haz entonces algunas aberturas en el revestimiento con un cuchillo. Se meten las plantitas todavía tiernas por las aberturas y se añade de nuevo un poco de tierra.
El resultado más bonito se obtiene plantando las variedades con muchos brotes un poco inclinadas a lo largo de los bordes, y las plantas con un crecimiento más frondoso más hacia el interior. ¡Así se evita que la parte superior de la cesta sea plana y aburrida!
Después se termina de llenar la cesta con tierra de maceta, hasta aproximadamente 2 cm. por debajo del borde de la cesta, y se riega bien. De este modo las raicillas entran enseguida en contacto con la tierra, lo que estimula un enraizamiento más rápido.
Cuidados y consejos
Al cabo de unas dos semanas ha llegado la hora de aplicar un fertilizante adicional. (Aprende a hacer tu propio fertilizante natural en este post)La razón es que existen muchas plantas en una cantidad relativamente pequeña de tierra de maceta, por lo cual la provisión de alimentos se agotaría con rapidez, dando como resultado unas plantitas marchitas con mal aspecto.
Sigue regándolas periódicamente; una cesta llena, sobre todo con un tiempo caluroso, necesita cada día enormes cantidades de agua.
Si tienes una cesta más bien grande, puedes colocar una pequeña maceta de cerámica en la tierra entre las plantas, que servirá de depósito de agua. Regando a través de esta macetita evitarás asimismo daños en las plantas al rociarlas.
Otro consejo: llena una cubeta amplia (por ejemplo una cubeta para argamasa) de agua que ya ha adoptado un poco la temperatura exterior, y sumerge en ella la cesta durante media hora.
De esta manera la tierra y las raíces se pueden saturar de agua y, por tanto, las plantas se pueden regar menos frecuentemente.
Si tienes varias cestas colgantes, se pueden sumergir una tras otra en la misma cubeta, para ahorrar agua. ¡Esto también resulta muy práctico si se va a ir de casa durante algunos días!
- En este vídeo te mostramos modelos de cestas colgantes y las mejores plantas para su decoración.
Imágenes/ Flickr: amandabhslater, DaveCrosby, Clearly Ambiguous, Lachlan Hardy, Wickerfurniture