Su presencia en jardines botánicos es poco habitual y raramente llega a florecer. Cuando lo hace, como ha ocurrido en el Jardín Botánico de Kiel, en Alemania, desprende un característico olor intenso a carne podrida, aunque solo dura el primero de los tres días de su floración.
La flor más grande del mundo
Su presencia en jardines botánicos es poco habitual y raramente llega a florecer. Cuando lo hace, como ha ocurrido en el Jardín Botánico de Kiel, en Alemania, desprende un característico olor intenso a carne podrida, aunque solo dura el primero de los tres días de su floración.