En condiciones de humedad o de un aumento prolongado de altas temperaturas se hacen especialmente temibles, ya que es más probable que aparezcan y las hacen más fuertes.
En el ámbito doméstico es relativamente fácil de llevar un control diario de cómo van evolucionando las plantas y aplicar en base a ello los productos necesarios. Más complicado resulta en las grandes extensiones de cultivos, donde la tarea de control es más difícil y costosa. En cualquier caso, la destrucción y la muerte de las plantas y los cultivos es el desastroso final que conllevan las plagas y contra el que año a año se sigue combatiendo.
Pulgones y hormigas
Una de las que más se dejan ver en los jardines cuando empieza a hacer calor, es la de los pulgones. Estos diminutos insectos absorben la savia y toman así los nutrientes que deberían llegar a las células de las plantas. Se localizan en el reverso de las hojas nuevas, y si no se eliminan con celeridad, se reproducen velozmente y la planta va perdiendo color y deformándose hasta que muere.Una opción ecológica para acabar con ellos es fumigar con una solución jabonosa compuesta por dos cucharadas de escamas de jabón y dos de alcohol en un litro de agua.
Las hormigas también suponen un enemigo en tanto que propician la aparición de pulgones, ya que estos son cultivados y protegidos por las hormigas. Hay una especia de hormigas, las hormigas podadoras, que con la humedad y suaves temperaturas del otoño atacan los tallos.
Un método de eliminación de estas hormigas es la colocación de unos cilindros artificiales que despenden un olor atractivos a las hormigas pero que es tóxico. Cuando las hormigas se lo llevan al nido acaba con la vida de toda la colonia (huevos y larvas incluídos). Para los pulgones, si se han localizado rápido, basta con deshacerse de las zonas afectadas, pero si no es así, debería aplicarse un insecticida sistémico que acabe con ellos cuando piquen a las plantas.
Cochinillas
Se desarrollan mejor en ambientes secos, por lo que en invierno y otoño pueden aparecer en plantas de interior, y en veranos calurosos en el exterior (sobre todo cuando hay mucha densidad de hojas). Actúan fijándose a las plantas y succionando la savia.Poco a poco van deformando las hojas y los nuevos brotes, pudiendo llegar a matar a la planta si se extienden mucho. A su paso dejan un reguero de manchas blancas o marrones que decoloran las hojas y las dejan pegajosas por la sustancia que producen, que además sirven de alimento para los hongos.
Al igual que los pulgones, se eliminan con la aplicación de insecticidas sistémicos apropiados para que cuando la planta los absorba y las cochinillas lo chupen, mueran envenenadas. De hecho, los que funcionan contra los pulgones también lo hacen con estos insectos. Ante ataques todavía leves, el agua jabonosa puede servir para que se desprendan de los tallos y las hojas.
Mosca blanca
Es muy parecida al pulgón. Aparece en climas de altas temperaturas y humedad. Se coloca y pone los huevos en el envés de las hojas, donde pica y se alimenta de la savia. Como los nutrientes no llegan a la hoja, esta va perdiendo color, pudriéndose y deformándose, lo que encima les sirve para esconderse. Además, propician que los hongos agraven la situación, debido a que se pueden alimentar de la secreciones de la mosca blanca.
Si el ataque ha tenido lugar en el exterior, es mejor que no nos deshagamos de otros insectos como las mantis religiosas, mariquitas o tijeretas, los cuales las depredan. Los insecticidas pulverizados dañan sus alas, las debilitan y acaban con ellas. Otra opción efectiva consiste en colocar tiras pegajosas o agua jabonosa.
Gusanos y moluscos
Por el suelo y la tierra también se puede sufrir el efecto de las plagas. Los gusanos atacan las raíces o los bulbos, mientras que los caracoles y babosas se centran en los brotes más tiernos en hortalizas, frutas y verduras. Estos últimos también dejan un rastro mucoso y tóxico para las plantas.Con insecticidas en grano en la propia tierra o aplicando serrín alrededor del tallo se puede acabar con ellos. También se puede remover bien la tierra para descubrirlos y deshacernos de ellos directamente.
Otras plagas comunes
Avispa serradora
Insecto que ataca dejando mordeduras simétricas en las plantas abonadas en exceso y en ambientes secos. Combátelo a través de antiplagas alrededor de la planta, en el suelo, y completando la acción con un insecticida específico.
Barrenadores
Una de las plagas más molestas, pues agujerea hojas, frutas y troncos. Se identifican por el rastro que dejan en la base y en los agujeros, rodeados de serrín. En cuanto esto ocurra la única solución consiste en cortar y quemar todo lo afectado para evitar su propagación, aplicando insecticidas.
Mariposa del geranio
Para acabar con ellas hay que podar todo lo afectado, y si ves que mariposas revolotean alrededor de tus geranios utiliza productos preventivos cada quince días.
Escarabajo de las flores
Tus flores corren peligro con este insecto que debora los pétalos en pocas horas si no eliminas a mano los ejemplares adultos o echas agua sobre las flores para ahuyentarlos.
Oruga procesionaria
Seca las ramas y detiene el crecimiento del árbol. Esta oruga es una molestia de la que te podrás olvidar cortando los bolsones y quemándolos.
Rosquilla negra
Insecto nocturno que actúa contra los cultivos principalmente y se elimina a través de insecticidas para orugas.
Araña roja
Evita que tus plantas se vean afectadas por esta araña chupadora de savia manteniendolas hidratadas o plantando rábanos y ajos.
Fuentes: Botanical-online.com, trebago.com, plagasydesinfeccion.com, solverde.com.ar
Imágenes: Gordontour, MariClick, Jaime Juan, Gustavo (lu7frb), jacilluch, Enllasez - Enric LLaó