Entre las vetabas principales de tener flores secas está el que no necesita prácticamente ningún cuidado, además de su duración de entre 2 y 4 años. Eso sí, de vez en cuando hay que limpiar con cuidado la flor de las partículas de polvo que se hayan ido posando con el tiempo. Y hay que tener especial ciudad con no colocarlas en un lugar en que se demasiado directamente el sol, ya que sino pueden perder color.
Algunas flores secas llevan un tratamiento con glicerina para que sean menos quebradizas, aunque si hacemos nuestro centro casero (que podemos acompañar de hojas, piñas o frutos secos) de flores secas es normal que no lo hagamos.
Las aplicaciones de las flores secas son enormes, ya que podemos ponerlas como ramos e flores de especias colgando boca abajo en la cocina, en ramos puestos en jarrones, introducidas en un libro, decorar una caja, poner en tarjetas o invitaciones e incluso podemos hacer pequeños cuadros con composiciones de flores secas muy bellos. Una de las opciones caseras más interesantes consiste en introducir las flores en una bolsita y dejarla dentro del armario para que den aroma a nuestras prendas.
Otra de las épocas en que su utilizan bastante las flores y plantas secas es en la Navidad en la que las hojas de ciprés, abedul, haya y arce, las piñas, el musco o los frutos rojos secos son perfectos para complementar con flores invernales para realizar ramos, centros y otros adornos navideños.
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